Estimados sacerdotes:
Recibimos con alegría la exhortación Amoris laetitia, que nos llama ante todo a hacer crecer el amor de los esposos y a motivar a los jóvenes para que opten por el matrimonio y la familia. Esos son los grandes temas que nunca deberían descuidarse ni quedar opacados por otras cuestiones. Francisco ha abierto varias puertas en la pastoral familiar y estamos llamados a aprovechar este tiempo de misericordia, para asumir como Iglesia peregrina la riqueza que nos brinda la exhortación apostólica en sus distintos capítulos.
Ahora nos detendremos solo en el capítulo VIII, dado que hace referencia a “orientaciones del Obispo” (n. 300) en orden a discernir sobre el posible acceso a los sacramentos de algunos “divorciados en nueva unión”. Creemos conveniente, como obispos de una misma región pastoral, acordar algunos criterios mínimos. Los ofrecemos sin perjuicio de la autoridad que cada obispo tiene en su propia diócesis para precisarlos, completarlos o acotarlos.
1. En primer lugar, recordamos que no conviene hablar de “permisos” para acceder a los sacramentos, sino de un proceso de discernimiento acompañado por un pastor. Es un discernimiento “personal y pastoral” (n. 300).
2. En este camino, el pastor debería acentuar el anuncio fundamental, el kerigma, que estimule o renueve el encuentro personal con Jesucristo vivo (cf. n. 58).
3. El acompañamiento pastoral es un ejercicio de la via caritatis. Es una invitación a seguir “el camino de Jesús, el de la misericordia y de la integración” (n. 296). Este itinerario reclama la caridad pastoral del sacerdote que acoge al penitente, lo escucha atentamente y le muestra el rostro materno de la Iglesia, a la vez que acepta su recta intención y su buen propósito de colocar la vida entera a la luz del Evangelio y de practicar la caridad (cf. n. 306).
4. Este camino no acaba necesariamente en los sacramentos, sino que puede orientarse a otras formas de integrarse más en la vida de la Iglesia: una mayor presencia en la comunidad, la participación en grupos de oración o reflexión, el compromiso en diversos servicios eclesiales, etc. (cf. n. 299).
5. Cuando las circunstancias concretas de una pareja lo hagan factible, especialmente cuando ambos sean cristianos con un camino de fe, se puede proponer el empeño de vivir en continencia. Amoris laetitia no ignora las dificultades de esta opción (cf. nota 329) y deja abierta la posibilidad de acceder al sacramento de la Reconciliación cuando se falle en ese propósito (cf. nota 364, según la enseñanza de san Juan Pablo II al cardenal W. Baum, del 22-3-1996).
6. En otras circunstancias más complejas, y cuando no se pudo obtener una declaración de nulidad, la opción mencionada puede no ser de hecho factible. No obstante, igualmente es posible un camino de discernimiento. Si se llega a reconocer que, en un caso concreto, hay limitaciones que atenúan la responsabilidad y la culpabilidad (cf. nn. 301-302), particularmente cuando una persona considere que caería en una ulterior falta dañando a los hijos de la nueva unión, Amoris laetitia abre la posibilidad del acceso a los sacramentos de la Reconciliación y la Eucaristía (cf. notas 336 y 351). Estos, a su vez, disponen a la persona a seguir madurando y creciendo con la fuerza de la gracia.
7. Pero hay que evitar entender esta posibilidad como un acceso irrestricto a los sacramentos, o como si cualquier situación lo justificara. Lo que se propone es un discernimiento que distinga adecuadamente cada caso. Por ejemplo, especial cuidado requiere “una nueva unión que viene de un reciente divorcio” o “la situación de alguien que reiteradamente ha fallado a sus compromisos familiares” (n. 298). También cuando hay una suerte de apología o de ostentación de la propia situación “como si fuese parte del ideal cristiano” (n. 297). En estos casos más difíciles, los pastores debemos acompañar con paciencia procurando algún camino de integración (cf. nn. 297 y 299).
8. Siempre es importante orientar a las personas a ponerse con su conciencia ante Dios, y para ello es útil el “examen de conciencia” que propone Amoris laetitia, n. 300, especialmente en lo que se refiere a “cómo se han comportado con sus hijos” o con el cónyuge abandonado. Cuando hubo injusticias no resueltas, el acceso a los sacramentos es particularmente escandaloso.
9. Puede ser conveniente que un eventual acceso a los sacramentos se realice de manera reservada, sobre todo cuando se prevean situaciones conflictivas. Pero, al mismo tiempo, no hay que dejar de acompañar a la comunidad para que crezca en un espíritu de comprensión y de acogida, sin que ello implique crear confusiones en la enseñanza de la Iglesia acerca del matrimonio indisoluble. La comunidad es instrumento de la misericordia que es “inmerecida, incondicional y gratuita” (n. 297).
10. El discernimiento no se cierra, porque “es dinámico y debe permanecer siempre abierto a nuevas etapas de crecimiento y a nuevas decisiones que permitan realizar el ideal de manera más plena” (n. 303), según la “ley de gradualidad” (n. 295) y confiando en la ayuda de la gracia.
Somos ante todo pastores. Por eso queremos acoger estas palabras del Papa: “Invito a los pastores a escuchar con afecto y serenidad, con el deseo sincero de entrar en el corazón del drama de las personas y de comprender su punto de vista, para ayudarles a vivir mejor y a reconocer su propio lugar en la Iglesia” (n. 312).
Con afecto en Cristo.
Los Obispos de la Región
5 de septiembre de 2016
LEA TAMBIÉN:
- DOCUMENTOS: Texto íntegro y en español de ‘Amoris laetitia’ (PDF)
- VATICANO: La exhortación ‘Amoris laetitia’, de la A a la Z
- EDITORIAL: Un hogar sin derecho de admisión
- OPINIÓN: ‘Amoris laetitia’, una perspectiva positiva y propositiva, por Mario Iceta, obispo de Bilbao y responsable de Familia de la CEE
- PLIEGO: ‘Amoris laetitia’: las puertas, de nuevo, entreabiertas, por Jesús Martínez Gordo
- PLIEGO: Sobre la exhortación ‘Amoris laetitia’: cómo insertarla en la acción pastoral, por cardenal Ricardo Blázquez, presidente de la CEE
- A FONDO: “Los divorciados no estábamos bien vistos antes de Francisco”
- A FONDO: Matizando al Papa: los que reinterpretan ‘Amoris laetitia’
- OPINIÓN: ‘Amoris laetitia’: la voladura controlada de Francisco, por José Lorenzo
- OPINIÓN: La distensión de ‘Amoris laetitia’, por Jesús Sánchez Camacho (solo suscriptores)
- OPINIÓN: ¿’Amoris laetitia’ ambigua?, por Fernando Sebastián
- PLIEGO: La hora de aplicar ‘Amoris laetitia’
LO MÁS VISTO EN VIDA NUEVA:
- VATICANO: La encíclica ‘Laudato si” del papa Francisco en 50 frases
- DOCUMENTOS: Texto íntegro de la exhortación postsinodal ‘Amoris laetitia” del papa Francisco (PDF)
- DOCUMENTOS: Texto íntegro de la encíclica ‘Laudato si” del papa Francisco (PDF)
- DOCUMENTOS: Discursos y homilías del papa Francisco en la JMJ Cracovia 2016
- VATICANO: Siete consejos del papa Francisco para vivir la Cuaresma 2016
- AMÉRICA LATINA: Documento de Aparecida – V Conferencia General del CELAM 2007
- VATICANO: Todo lo que hay que saber sobre el Año Santo de la Misericordia
- VATICANO: Síntesis del mensaje final del Sínodo de la Familia 2015
- ENTREVISTA: Isa Solá: “Que me recuerden por haber vivido para los demás”
- VATICANO: Síntesis de ‘Evangelii gaudium’
- DOCUMENTOS: Mensaje del papa Francisco para la Cuaresma 2016 (PDF)
- AMÉRICA LATINA: Las 20+30 mejores frases del papa Francisco en Cuba y Estados Unidos
- DOCUMENTOS: Discursos del papa Francisco en Estados Unidos (septiembre 2015)
- IGLESIA EN ESPAÑA: Tu diócesis ya está celebrando el Año Santo de la Misericordia
- Papa Francisco: “Claro que leo ‘Vida Nueva’. Y además, la pago”