ANTONIO PELAYO | Corresponsal de Vida Nueva en Roma
Al cardenal George Pell el Papa le ha encomendado una ardua tarea: sanear las finanzas vaticanas. En su intento se ha ganado enemigos capaces de todo, incluso de desacreditarlo. Su gestión –más o menos afortunada– de los casos de pederastia clerical mientras vivía en Australia suministra munición a los que le atacan. Pero él, de momento, resiste.
- VATICANO: Todo a punto para el “cónclave” jesuita
Publicado en el número 3.005 de Vida Nueva. Ver sumario