Una obra de Salvador Pié-Ninot (BAC) La recensión es de Martín Gelabert Ballester, OP
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Título: Teología fundamental (Colección Sapientia Fidei)
Autor: Salvador Pié-Ninot
Editorial: BAC
Ciudad: Madrid, 2016
Páginas: 385
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MARTÍN GELABERT BALLESTER, OP | Recuerdo la ilusión con la que en 1983, en el transcurso de las I Jornadas de Teología Fundamental que reunían a profesores de España y Portugal, un joven teólogo, profesor de la Facultad de Teología de Cataluña (que en los últimos años ha simultaneado sus clases en Barcelona con las impartidas en la Universidad Gregoriana de Roma), Salvador Pié-Ninot, presentaba su primer manual de teología fundamental escrito en catalán: Donar raó de l’esperança: esbós de teologia fonamental. Las 200 páginas de aquel libro fueron creciendo y dieron lugar a sucesivas ediciones en castellano (una de las penúltimas tenía más de 700 páginas), en las que siempre aparecía el título de Teología fundamental, hasta llegar a esta última, editada por la BAC, que tiene 385 apretadas páginas.
La cuestión no son las páginas, sino el contenido. Pié-Ninot tiene una información exhaustiva. Se diría que agota el tema y que ya no se puede decir más. Sus notas a pie de página son completísimas. Conoce todo lo que se ha escrito sobre la cuestión y cita con generosidad y profusión a los autores y colegas más relevantes, con los que se siente bien acompañado. Hablando de citas, son continuas, oportunas y acertadas las referencias a Tomás de Aquino.
Este manual tiene en cuenta las últimas aportaciones del Magisterio sobre nuestro tema: Fides et Ratio, Lumen Fidei, Verbum Domini, etc. Y, sobre todo, tiene en cuenta los últimos estudios sobre el documento clave que ha hecho avanzar decisivamente a esta materia, como es la constitución del Vaticano II Dei Verbum, referencia constante en la reflexión del teólogo catalán (especialmente, en páginas 38-50, 116-146, 149-162, 168-175, 208-211). Resulta de gran interés, por su novedad y actualidad, la reflexión sobre la “teología de la Palabra de Dios”, siguiendo las pautas de la Verbum Domini (pp. 126-146), con algunas distinciones iluminadoras: una de ellas, esencial, entre la Palabra de Dios y su voz, con un interesante acercamiento a la teología luterana.
Pié-Ninot (en pp. 4, 61 y 367) propone esta definición de la teología fundamental: disciplina que quiere fundar los principios del conocimiento teológico y, a la vez, justificar la credibilidad de la revelación cristiana, para –tal como dice el papa Francisco– ayudar a crear disposiciones para que el Evangelio sea escuchado por todos.
Destaco –por destacar algo– la explicitación de cuáles serían los principales contenidos transmitidos por la Tradición: símbolo de la fe, forma de la institución de los sacramentos, liturgia y doctrina de los Padres (pp. 155-162); el interesante análisis del proceso de la razón creyente en el acto de creer (pp. 17-234), pues la iniciativa de Dios necesita encontrar unas “condiciones” en la razón humana que hagan posible la acogida de su don. Para eso es necesario pasar de la “razón instrumental” a una razón ampliada (Benedicto XVI), que acoja la totalidad de las dimensiones humanas, también las afectivas y las prácticas. Resulta sugerente el planteamiento sobre la credibilidad como uso “intra-teológico” y no “previo” al acto de fe.
En clave de “testimonio”
Algunos temas que los manuales clásicos trataban profusamente aquí son abordados con sobriedad, bien porque han sido teológicamente superados, bien porque las insistencias e intereses de la teología actual se sitúan en otros puntos o contextos. Un ejemplo entre otros, el milagro, del que se habla brevemente en p. 236 (también más adelante: los milagros de Jesús, en pp. 271-273), en contraste con el tratamiento un poco más amplio que hace en su anterior manual publicado por Secretariado Trinitario. En cambio, la credibilidad de la Iglesia es ampliamente tratada, en clave de “testimonio”: la Iglesia se convierte en más creíble si da testimonio con su propia vida. La Iglesia debe entenderse como misterio envuelto en la paradoja (“santa y pecadora”).
De gran interés es el capítulo dedicado a la cristología fundamental: resulta posible recapitular el complejo personaje de Jesús en el título “rey de los judíos” que aparece sobre la cruz (p. 297); en Jesús encuentran respuesta cabal las grandes cuestiones antropológicas, de forma que en todo ser humano se puede detectar una búsqueda cristológica (p. 299); y también: de la fe pascual depende la auto-comprensión humana (p. 305).
Muy completa la bibliografía puesta al inicio del libro. Y muy útiles las 25 tesis conclusivas, que bien podrían considerarse una guía de lectura. En resumen, estamos ante un manual completo, serio y equilibrado, escrito desde la sabiduría que dan los muchos años de docencia e investigación.
Publicado en el número 3.014 de Vida Nueva. Ver sumario
