Acuerdos Iglesia-Estado: una actitud de Evangelio

portada Vida Nueva n 552 del 10 diciembre 1966 con la noticia de que Pablo VI acepta la renuncia

“Para cuando algún diputado abra la tinaja, la jerarquía eclesiástica debería estar preparada”

portada Vida Nueva n 552 del 10 diciembre 1966 con la noticia de que Pablo VI acepta la renuncia

En 1966, Vida Nueva aplaudía la decisión del Episcopado español de renunciar a los privilegios que el Papa “juzgare oportuno”

JESÚS SÁNCHEZ CAMACHO, periodista | ¿Avalar, revisar, anular? Son los verbos que aún permanecen enmudecidos en el tapete del escenario del Congreso de los Diputados tras la investidura de Mariano Rajoy. En algún momento, sus conjugaciones se oirán con mayor o menor entonación. Porque, frente a 137 escaños del PP, que presuntamente avalarían los acuerdos de 1979, 85 del PSOE y 32 de Ciudadanos los revisarían, y 71 de Podemos los anularían.

La caja de Pandora permanece cerrada, habiendo cuestiones de Estado más urgentes que atender. Pero para cuando a algún diputado le invada el espíritu de la curiosidad y abra la tinaja, la jerarquía eclesiástica debería estar preparada, sobre todo, para saber qué actitud adoptar.

La incertidumbre de esta encrucijada la mostraba el director de Vida Nueva, José María Pérez Lozano, en la portada del nº 552 (10 de diciembre de 1966). “Pablo VI había aceptado ‘con viva satisfacción’ la total y favorable renuncia del Episcopado español a ‘cualquier privilegio o derecho que Su Santidad juzgare’ oportuno”. Y una mayoría en la Iglesia se disponía a recorrer un sendero arduo y veleidoso durante más de diez años.

La Iglesia quería promocionar independencia, autonomía y colaboración con la comunidad política (GS, 76). Esto, ayer y hoy, pasa por la mesa del diálogo y del ofrecimiento de unas humildes manos puestas al servicio de la sociedad. En otras palabras, pasa por una actitud de Evangelio.

Publicado en el número 3.015 de Vida Nueva. Ver sumario

 


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