Sampedro en el recuerdo

José Luis Celada, redactor de Vida NuevaJOSÉ LUIS CELADA | Redactor de Vida Nueva

El pasado 1 de febrero hubiera cumplido 100 años. Un aniversario redondo para una persona cabal. Quizás una de las últimas que le quedaban a este país nuestro, tan sobrado de nombres sin peso y rostros sin alma.

“Vivimos en una sociedad que es muy rica en ciencia y muy pobre en sabiduría”, reconocía el gran José Luis Sampedro allá por 2005, cuando vio la luz Escribir es vivir.

Releyendo días atrás algunas de sus lúcidas reflexiones acerca de la felicidad, la globalización, la libertad, el progreso o la utopía –seleccionadas luego para el Diccionario Sampedro por su viuda, Olga Lucas–, caí en la cuenta de que aquella advertencia suya no era el lamento de un anciano desencantado, sino el grito sordo de ese intelectual comprometido que, a sus noventa y tantos, seguía dispuesto a plantarles cara a la indiferencia y a la mediocridad con el estilete de la palabra. “Mi libretita y mi diccionario de bolsillo hicieron la guerra conmigo”, solía repetir.

Hoy, cuando las batallas se libran con los móviles en las redes sociales, vaya nuestro recuerdo para este humanista letrado e irremplazable.

Publicado en el número 3.025 de Vida Nueva. Ver sumario

Compartir