Un libro de Hermano Alois, prior de Taizé (Perpetuo Socorro). La recensión es de José Miguel de Haro, C. Ss. R.
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Título: Atreverse a creer
Autor: Hermano Alois, prior de Taizé
Editorial: Perpetuo Socorro
Ciudad: Madrid, 2016
Páginas: 110
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JOSÉ MIGUEL DE HARO, C. Ss. R. | La editorial Perpetuo Socorro publica Atreverse a creer, el primer libro del prior de Taizé, el hermano Alois. Con anterioridad, del mismo autor, aparecieron en nuestro país Peregrinos de confianza (PPC) y Hacia una nueva solidaridad (Sal Terrae). Una alegría que los libros de Taizé se traduzcan y publiquen en castellano. El hermano Alois es ya conocido no solo por sus libros, sino por el dinamismo, valentía y sencillez con los que desarrolla el legado recibido del fundador de esa comunidad ecuménica.
Felicito a la editorial por esta publicación, que nos sitúa entre esos siete países en los que, antes que en España, fue editado. Libro recomendable por su sencillez, que gustará a jóvenes y a adultos. Y, a través de una lectura sosegada, ayudará a quienes buscan avanzar en su vida creyente. Es un buen regalo dinamizador para quienes estamos en la flojera de la fe.
El diario católico francés La Croix había pedido al hermano Alois unos comentarios para los tiempos litúrgicos. Durante un año, antes de cada fiesta, el prior de Taizé fue publicando breves meditaciones. Esos textos están en el origen de este libro que abre las puertas a una vivencia más accesible, a la vez que profunda, de las fiestas cristianas. Textos que han sido enriquecidos con oraciones, referencias al trabajo de la comunidad y fotos a color de las vidrieras de Taizé. Aplaudo el riesgo de una publicación hecha con tanto gusto como calidad.
Con el estilo de la comunidad de Taizé, el hermano Alois reflexiona a partir de la fiestas cristianas sobre lo esencial de la fe, que presenta como el riesgo de la confianza. “Reconocer el sentido religioso inherente al ser humano provoca la pregunta: ¿es posible creer en Dios en nuestro mundo moderno? El sí a esta pregunta no es menos razonable que el no”. A través de doce breves meditaciones, el autor nos propone, desde el espíritu de fiesta, atrevernos a creer.
Algunas preguntas abren sugerencias que son inspiración para la vivencia de esas fiestas. “¿Y si el tiempo de Adviento viniese a renovar la esperanza en nosotros?”. “¿Podrían nuestras liturgias occidentales, sin descuidar nada la dimensión comunitaria, conducir a una mayor adoración, interioridad y comunión personal con Dios?”. Y, de una u otra manera, la invitación a que “intentemos respetar y comprender a las personas para las que Dios resulta incomprensible”. Ya en la introducción habla de lo cuestionada que está hoy la fe en Dios. “Si Dios existe, ¿por qué el mal es tan poderoso?”. Como cristianos, nos arriesgamos a creer en Jesús.
Texto ecuménico traspasado por el espíritu de fiesta que marca la vivencia cristiana del año litúrgico. Así accedemos a Dios: asumiendo riesgos, a la vez que celebramos los misterios de la fe. Breves y sugerentes meditaciones para Adviento, Navidad, Epifanía, Cuaresma, Pascua, Pentecostés, Asunción de María y Todos los Santos.
Que culmine en esta última fiesta viene a ser una manera de sugerir la realización de la vocación cristiana como esa llamada a ser pueblo marcado por la santidad de Cristo, por la vocación eclesial. La cima del año litúrgico puesta en la fiesta de la comunidad eclesial testigo de la santidad.
Publicado en el número 3.027 de Vida Nueva. Ver sumario