Hoy lunes comienza la Asamblea Plenaria que votará al nuevo presidente de los obispos
ANTONIO PELAYO, corresponsal de Vida Nueva en Roma | Sin retroceder demasiado en el tiempo, cada vez que la Conferencia Episcopal Española (CEE) se reunía para votar a un nuevo presidente, los obispos sabían muy bien quién era el candidato apoyado por Roma. Recordemos, por ejemplo, la elección, en 1999, de Rouco como presidente de la CEE y sucesor de Yanes y su reelección, hasta 2005, donde fue sucedido por Blázquez.
Sin entrar en detalles ya conocidos, era evidente la predilección vaticana por el entonces arzobispo de Madrid; eran los tiempos de Karol Wojtyla. En 2008, ya con Benedicto XVI, volvió a conseguir la presidencia por los pelos frente a Blázquez.
La situación actual es muy diferente. No consta que la Santa Sede se haya inclinado a favor o en contra de posibles candidatos. Francisco ha subrayado su favor a Blázquez, Osoro u Omella, pero deja a los obispos españoles libres para elegir a quien consideren más apto para liderar la Iglesia española, que, eso sí, necesita una guía clara, coherente y dialogante.
¡Señores obispos, hagan juego!
Publicado en el número 3.027 de Vida Nueva. Ver sumario
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