ANTONIO PELAYO | Corresponsal de Vida Nueva en Roma
El viernes 24 de marzo, los 27 presidentes de la UE serán recibidos por el Papa. En su discurso –diez páginas–, Francisco expondrá sin rebajarlas ni rebozarlas en almíbar sus ideas sobre las raíces, el presente y, sobre todo, el futuro de Europa.
Pero al Vaticano llegan personalidades de todo el mundo; esta semana, sin más, han sido recibidos el presidente del Líbano, el general Michel Aoun, y el de Ruanda, Paul Kagame; en el curso de la audiencia con este último, por cierto, el Papa ha renovado su petición de perdón “por los pecados y las faltas de la Iglesia y de sus miembros” en el genocidio contra los tutsis. Un gesto noble y necesario, pero tal vez algo tardío.
Publicado en el número 3.029 de Vida Nueva. Ver sumario