ÁNGELES LÓPEZ | “Yo siempre creí que los diplomáticos eran unos mamones. Claramente mamones. De verdad. Mariposones atildados flotando de cóctel en cóctel. Gente afectada, bien planchada, que solo bebía té, whisky de doce años –el Johnny Walker normal era una horterada–, ginebra de nombre extraño o un jerez amontillado muy raro”. Así arrancan las memorias del embajador español más popular, con una de las carreras diplomáticas más extensas, al servicio de todos los gobiernos de la democracia. Inocencio Arias, el hombre que nunca fue político y quiso ser periodista, todo un embajador de España ante la ONU, quiere hablar de su libro: Yo siempre creí que los diplomáticos eran unos mamones (Editorial Plaza & Janés).
PREGUNTA.- ¿Es verdad que lo suyo era ser periodista… y la vida giró?
RESPUESTA.- Cierto, cierto. Terminé el bachiller a los 16 años y ya me veía trabajando en prensa… Pero mi madre me obligó a estudiar primero Derecho, y que luego, como afición, si lo deseaba me dedicara al periodismo.
P.- Pero de alguna manera se dedicó al periodismo. Ha sido tertuliano, asiduo a los medios, amigo de ‘celebrities’… Su libro incluye un capítulo sobre los “pseudofamosos”.
R.- ¡Es que yo soy un “pseudofamoso”! (risas). Me disfracé para Summers, fui acompañante de Gina Lollobrigida, he hecho varios papeles para el cine de Berlanga, algún otro con Garci…
P.- ¿Con qué director le hubiese gustado trabajar?
R.- ¡Con Woody Allen!
P.- ¿Qué le parece Trump?
R.- Trump nos va a dar sustos. A él no le han dado los 100 días de paz que se dan a todos los presidentes, a los 60 días ya le han hecho la guerra, desde actrices hasta líderes de izquierda que dicen que es un presidente ilegítimo. Eso es muy fuerte. Pero, al mismo tiempo, él hace méritos para que le despellejen, porque hace manifestaciones osadas, machistas e injustas…
P.- ¿Cree que hay conspiraciones para derrocar a la monarquía?
R.- La gente encuentra morbo en atacar a la monarquía con algo que sabíamos todos. No estoy muy al corriente de cómo el rey emérito ha retozado. Eso solo le debe preocupar a Doña Sofía. Lo que sí le garantizo es que si todas las amantes de las que hablan fueran ciertas, debería haber yacido con dos o tres al mismo tiempo. Solo me importa que ha defendido los intereses de España, lo demás se lo dejo a la prensa del corazón.
P.- ¿Qué le parece Felipe VI?
R.- Es un joven responsable que ha aprendido de las cosas que le han criticado al padre. Es un rey sensato que, como su padre, tiene pasión por todo lo español. Siempre digo que él no borbonea. Y eso es bueno.
P.- No sé si es oportuno preguntarle a un diplomático si es un hombre de fe.
R.- Soy creyente, pero confieso que menos practicante de lo que desearía.
P.- Y del papa Francisco, cabeza de la Iglesia católica y hombre de Estado al mismo tiempo, ¿qué opina?
R.- Es una persona enérgica que está poniendo orden en la Iglesia y trata de modernizarla, pero va a ser corregido y reconvenido por su propia casa. Me gusta su carácter y su temple, porque es muy jesuita en el buen sentido del término. Estudié con ellos y sé de lo que hablo. Por ejemplo, su energía contra la pederastia ha sido un paso encomiable y absolutamente necesario. Así como su trabajo desempeñado en tareas de relaciones con otras confesiones y estados.
Publicado en el número 3.031 de Vida Nueva. Ver sumario