En la mañana de hoy jueves 20 de abril, en la Sala del Consistorio del Palacio Apostólico Vaticano, Francisco ha presidido un “Consistorio Ordinario Público para el voto” sobre las causas de canonización de 37 nuevos santos. En este encuentro, el Papa ha confirmado el decreto emitido el pasado 23 de marzo y he establecido las fechas de las canonizaciones.
Entre los nuevos santos están Francisco y Jacinta Marto, dos de los tres pastorcillos a los que la Virgen María se apareció en Fátima hace ahora un siglo. Ese mismo lugar acogerá la canonización en la visita del Papa el próximo 13 de mayo. Los jóvenes pastores videntes enfermaron un año después de la aparición muriendo poco después. Ya fueron beatificados en el Santuario de Fátima el 13 de mayo del 2000.
El 15 de octubre de 2017 será canonizado el sacerdote español escolapio Faustino Míguez (1831-1925), fundador del Instituto Calasancio de las Hijas de la Divina Pastora, dedicada a la educación integral de la infancia y juventud y a la promoción de la mujer. Originario de Ourense (Galicia), la vida escolapia le llevó a lugares como Madrid, Cuba, Andalucía o la Biblioteca del Real Monasterio de El Escorial. La falta de escolarización que observó en las niñas de Sanlúcar de Barrameda le impulsó a fundar la nueva congregación de las Hijas de la Divina Pastora.
Junto a él, también serán canonizados los adolescentes mexicanos Cristóbal, Antonio y Juan, los conocidos como mártires de Tlaxcala, que fueron asesinados en México en 1529, son así los “protomártires de México y de todo el continente americano”, como ha recordado el cardenal Angelo Amato, prefecto de la Congregación de las Causas de los Santos, en su presentación al Papa.
Entre los nuevos santos está un grupo de misioneros de Brasil que fueron martirizados en 1645 en la región del Ría Grande. Los evangelizadores y unos 200 indios cristianos de la región, así como un grupo de soldados holandeses, fueron sometidos a torturas y diversos castigos. De toda esta serie de mártires, las investigaciones posteriores solo han logrado recuperar el nombre algunos de ellos, lo que ahora encabezan este grupo: los sacerdotes Andrés de Soveral y Ambrosio Francisco Ferro, el laico Mateo Moreira y 27 compañeros más.
Completa esta canonización el capuchino italiano Ángel de Acri (1669-1739), que fue un conocido predicador que ha dejado una profunda huella en toda Italia. Pero antes de convertirse en el orador que fue una persona con muchas dudas en su vocación y que en sus primeros años como mendicante sentía un auténtico pavor al hablar en público. Fue beatificado por León XII en 1825.