El cardenal Luis Antonio Tagle rompió a llorar al recordar a un niño sirio refugiado en Grecia cuando pronunciaba el domingo 23 de abril el discurso de clausura de las XVII Jornadas de Teología de la Caridad, que reunieron en Santiago de Compostela durante el fin de semana a 350 representantes de las 70 Cáritas de toda España.
“El encuentro con los refugiados ha puesto mis prioridades en duda. Nunca olvidare a aquel pobre muchacho. Siempre que me acuerdo de nuestro encuentro, rezo por él. Me siento preocupado. ¿Dónde estará ahora? ¿Estará bien? ¿Estarán sus padres vivos aún?”, se preguntó el arzobispo de Manila ante un auditorio que seguía en profundo silencio ese momento.
Ya el 10 de abril, en su mensaje pascual como presidente de Cáritas Internationalis, Tagle sugería “conocer a un emigrante” y difundir el espíritu de la Pascua. Recordando su propia biografía familiar –es descendiente de inmigrantes chinos–, el prelado reivindicó el rostro humano de la migración, un proceso que “obliga a las personas a ir más allá de sus fronteras físicas y mentales, con sus capacidades al límite y las conduce por desiertos de soledad y rechazo”.
“Conocer a los migrantes en medio de todas sus dificultades y escuchar sus anhelos y sueños me ha hecho preguntarme: ¿qué es verdaderamente importante para mí?”, reflexiona en el mensaje pascual. Y su respuesta es tan clara como la emoción que le asomó a los ojos en Compostela: “Las cosas que antes consideraba esenciales, ahora no son nada, comparadas con los valores de la dignidad humana, la vida, la familia, el futuro y las generaciones venideras. Yo espero que la migración mundial y la situación de los refugiados provoquen que todo el mundo haga un examen colectivo de conciencia y de nuestros sistemas de valores”.
Volviendo a la ponencia con la que clausuraba las jornadas organizadas por la Confederación Cáritas, Tagle, miembro del llamado C-9 que asesora al papa Francisco, abordó el cambio de actitudes que es necesario para avanzar en una economía solidaria, que era el tema del simposio. Y en este sentido, invitó “a ir al encuentro de los pobres, de la gente que sufre para ser parte de su historia y permitir que sus historias sean pare de la nuestra”.
Esta “falta de conciencia” ante los problemas de los excluidos del mundo obedece, según apuntó el purpurado asiático, “en parte a que muchos creadores de opinión, medios de comunicación y centros de poder globalizados en pocas áreas urbanas están demasiado lejos de los pobres y tienen poco contacto con sus problemas”.
Por todo ello, el presidente de Cáritas Internationalis concluyó su intervención con una exhortación a “construir un nuevo orden económico en relación con las personas más desfavorecidos, donde primen los valores, esos valores que los pobres tienen y que guardan como un tesoro”.
Las jornadas –por las que pasaron diversos especialistas que reflexionaron sobre la necesidad de una economía solidaria e inclusiva– se clausuraron oficialmente el domingo 23 con una eucaristía en la catedral de Santiago de Compostela, presidida por Tagle y concelebrada también por el arzobispo de Santiago de Compostela, Julián Barrio, y su auxiliar, Jesús Fernández, nuevo obispo responsable de Cáritas en la Comisión Episcopal de Pastoral Social.