“Propuestas innecesarias”. El cardenal arzobispo de Caracas, Jorge Urosa, considera que Maduro desatiende las prioridades del país, no las soluciona y se desvía hacía propuestas innecesarias. Lo dijo en los micrófonos de Unión Radio, tal y como recoge El Universal.
“El país exige en este momento elecciones de gobernadores y de alcaldes, además de un cambio político”. Y no una Asamblea Constituyente que “en este momento es absolutamente innecesaria”, dijo de forma contundente. El purpurado instó a Maduro a aplicar la Constitución, porque “el Plan de la patria es un plan socialista y totalitario que nos ha llevado a la ruina económica, que ha arruinado el campo, a las empresas…”.
Venezuela está estancada. Maduro ha llevado a cabo una huida hacia delante “sin entender que tiene que modificar su conducta, que ya perdió la mayoría en la población, que le manifestó el 6 de diciembre de 2015 que quería un rumbo distinto, que es precisamente lo que tiene que marcar una Asamblea Nacional legítima y con atribuciones constitucionales”.
Urosa ha proclamado un contundente sí a las marchas populares, por lo que instó a las fuerzas de seguridad a que permitan que la gente se manifieste sin “esa brutal represión que hemos visto estas últimas dos semanas”, indicó el cardenal refiriéndose a las continuas cargas policiales contra las manifestaciones convocadas por la oposición.
Antes de despedirse de los micrófonos, el arzobispo recalcó el dolor que vive el pueblo venezolano: “Hay un problema humano de dolor angustia de gente que se está muriendo porque no hay medicinas. Se acaba de morir un sacerdote de Cabimas, con meningitis, porque no había las medicinas que él necesitaba. Un hombre de 35 años. Y los niños que se han muerto en los hospitales o los que están muriendo por desnutrición. Y la gente que está comiendo de la basura (…). La solución pasa por un cambio de sistema económico y político. Esto que tenemos no lleva sino a la ruina y dolor del pueblo venezolano”.
Francia: “El bien común ha estado notoriamente ausente en la elección”…
El P. Lawrence Stalla-Bourdillon es el director del Servicio Pastoral de Estudios Políticos; por así decirlo, es el capellán de la esfera política en Francia. En una entrevista concedida a La Croix tras los resultados electorales en el país, el sacerdote indica que “estamos asistiendo a un extraordinario déficit de reflexión colectiva”.
Stalla-Bourdillon es consciente de que “ningún candidato presenta un programa adecuado para todos los católicos”. No obstante, “más allá de esto, observo una clara ausencia del sentido del bien común”. Y añade: “El bien común es lo que tenemos que compartir. En cambio, los votantes se ven obligados a ver las elecciones como un juego de cartas donde cada uno busca lo mejor para sí mismo, viendo solo su propio interés”. Por todo ello, califica los comicios franceses como “las elecciones del individualismo”.
Para la segunda vuelta, da unas directrices a los católicos: “En primer lugar, debemos tener la mirada puesta en la dignidad humana. En segundo lugar, tenemos que tener claro que Francia debe permanecer unida pese a las diferencias”. Y remarca: “El voto no es suficiente, tras las elecciones, si los católicos lo son en realidad, no pueden abandonar el espacio público”.
… y más: ¿qué harán los católicos en la segunda vuelta?
Así titula La Vie un análisis sobre los resultados electorales y lo que se prevé que harán los católicos en la segunda vuelta. En primera ronda, dos tercios de los católicos practicantes no han votado por ninguno de los dos candidatos que se disputan la segunda vuelta –Macron y Le Pen–. Y es que el 44% de los católicos apostaron por François Fillon.
¿Y ahora, cuál es el mal menor para la segunda vuelta? Es la pregunta que se plantea el 68% de los católicos practicantes que no han votado ni a Macron ni a Le Pen. Signo de los tiempos, la Conferencia Episcopal Francesa no ha dado instrucciones de voto, aunque pone el foco en el trato a los inmigrantes y el respeto a la dignidad humano. Así que cada cual haga la lectura que crea oportuna.
El Vaticano desclasifica los documentos sobre la dictadura uruguaya
La Secretaría de Estado del Vaticano ha iniciado la primera fase para la desclasificación de sus archivos sobre la dictadura militar uruguaya (1973-1985), en un proceso similar al que, por impulso del papa Francisco, la Santa Sede lleva adelante para sus archivos sobre el último golpe de Estado en Argentina, según explicó a Télam Mario Cayota, ex embajador ante la Santa Sede, que ha sido designado por el Gobierno de Tabaré Vázquez para colaborar en la desclasificación.
“Tuve una reunión de una hora con el cardenal secretario de Estado Pietro Parolin, que me confirmó la puesta en marcha de la primera fase de un proceso de orden y catalogación de sus archivos, como primer paso de un camino que continuará con los documentos que haya en el Archivo Secreto de la Santa Sede”, indicó Cayota.
Esta desclasificación por parte del Archivo Secreto para la investigación de los documentos que el Vaticano pueda tener en su poder sobre las dictaduras del Cono Sur constituye la segunda apertura del archivos tras la dispuesta por san Juan Pablo II en 2002 para arrojar luz sobre el rol de la Iglesia durante el nazismo.
Próxima visita de Francisco a Florencia
Otro viaje para Francisco. Aunque en esta ocasión será más cerca. No habrá avión, porque se desplazará en helicóptero hasta Bozzolo, perteneciente a la Diócesis de Florencia, para visitar las tumbas de dos sacerdotes, Primo Mazzolari y Lorenzo Milani, que lucharon contra las injusticias, pero que no fueron del todo reconocidos, recoge Avvenire.
Mazzolari, fallecido en 1959, fue pastor durante casi 30 años y destacó por su oposición al fascismo, mientras que Milani, fallecido en 1967, que dedicó su ministerio a la educación tras ser enviado a un pueblo retirado por su denuncia contra las injusticias de los gobernantes. La visita papal será privada, según explicó la oficina de prensa del Vaticano. Una decisión no baladí para el rotativo de la Conferencia Episcopal Italiana, puesto que los sacerdotes nunca estuvieron en buena estima por sus superiores.
La visita del Papa es vista como un gesto para superar y transformar en reconocimiento el compromiso social que los sacerdotes llevaron a cabo.
