Escuchar a los jóvenes. Es la máxima del Sínodo convocado con Francisco para el año que viene. “Es también nuestro objetivo. Los jóvenes tienen mucho que decir y la Iglesia quiere escucharles”, asegura Raúl Tinajero, director del departamento de Pastoral Juvenil de la Conferencia Episcopal Española, que a tal efecto ultima el II Encuentro de Equipos de Pastoral Juvenil. Granada acogerá este foro que se celebrara del 28 al 30 de abril, en el que participarán 600 participantes, de 62 diócesis, 17 movimientos de ámbito nacional y 62 congregaciones e institutos seculares.
En paralelo a esta iniciativa, desde el Episcopado español se prepara ya el informe que permita contribuir elabora el Instrumentum Laboris, el documento preparatorio del Sínodo. “Para poder hacer el documento se nos ha pedido a todas la conferencias episcopales que respondamos a unas encuestas. Estamos en el momento de que estas preguntas se trabajen. Desde la Conferencia Episcopal hemos ofrecido el documento con unas pautas para poder trabajarlo y marcar unos tiempos, porque este mes de octubre tienen que estar las conclusiones locales en Roma”, explicó Tinajero que aclaró que se han adaptado las cuestiones lanzadas desde la Santa Sede para que se puedan trabajar en los grupos juveniles.
“Lo que más les echa para atrás a los jóvenes de hoy es lo institucional y a la Iglesia no dejan de verla como una institución que les quiere imponer las cosas y que coarta, desde esta visión, su libertad”, ha explica el sacerdote hoy martes 25 de abril durante un desayuno informativo. Este experto en pastoral juvenil lamenta que la generación de los millenials “no tengan una experiencia concreta eclesial que les permita romper con esta idea preconcebida, sino de una Iglesia que es acogedora y madre, que les ofrece una respuesta en su búsqueda de la verdad”.
Así lo ha podido constatar en peregrinaciones o en las Jornadas Mundiales de la Juventud: “Ahí tienen la oportunidad de tener un momento de encuentro con Jesucristo y descubren una vida de fe, que la Iglesia se cae con ellos y se levanta con ellos, que camina a su lado y que necesita del protagonismo de los jóvenes”.
Encuentros con libertad
Entre las iniciativas que están encima de la mesa para favorecer este “cultura del encuentro”, se encuentra ‘Iglesia en diálogo’, una propuesta, aún en borrador, que busca ser pionera en este ámbito. “Queremos crear espacios donde jóvenes cristianos inviten a jóvenes no creyentes a debatir temas del Sínodo”, dice Tinajero, subrayando que estos debates se busca que se hagan “con toda libertad, sin ningún tipo de tabúes”. En esta línea, insistió que “no tiene otro fin que dialogar con ellos, con una metodología que incluye celebrar estos encuentros en lugares que no sean eclesiales”.
Desde ahí, el director del Departamento de jóvenes insiste en la urgencia de que la Iglesia “debe estar y ya está allí donde se mueven: tenemos que ir al cine con ellos, acompañarles en las redes sociales, hacer deportes con ellos… Estamos aterrizando en lo concreto”. Como ejemplo, pone las Jornadas de Cine Espiritual o el reciente Encuentro de Músicos Católicos celebrado el pasado fin de semana.
Este deseo de tender puentes con todos los jóvenes, ¿llega hasta las aparentes antípodas eclesiales, donde se situarían las nuevas generaciones que apoyan a Podemos? ¿Contempla la Iglesia acercarse a los más alejados? “Cuando pasó el 15-M, ya dije que me alegraba de aquello, en tanto que suponía que se mostraba que los jóvenes mostraban su naturaleza rebelde e inconformista ante una situación de la sociedad que no era justa. Luego ya vino el 16-M y la manipulación social y política de aquello. La Iglesia quiere hablar con todos los jóvenes, sean de A, de B o de C. La Iglesia no quiere cerrarse a nadie, a ningún joven. Nuestra actitud es de acogida”.