África

Los obispos congoleños denuncian “la persistencia de la crisis”

  • Según la Iglesia, el nombramiento del nuevo primer ministro “distorsiona” el Acuerdo de San Silvestre
  • La situación actual agrava las precarias condiciones económicas y la seguridad del país





“Una distorsión del Acuerdo de San Silvestre” que “explica la persistencia de la crisis”. Así califican los obispos de la República Democrática del Congo (RDC) el nombramiento, el pasado 7 de abril, del dirigente opositor Bruno Tshibala como nuevo primer ministro de la República Democrática del Congo (RDC).

En una declaración enviada a la Agencia Fides, la jerarquía católica del país centroafricano denuncia que, en contra de lo acordado, dicha designación no ha sido fruto del consenso, sino que el presidente Joseph Kabila ha nombrado a un primer ministro que solo representa a una parte de la dividida oposición. Tshibala era hasta ahora el portavoz de la coalición Unión de las Fuerzas Políticas y Sociales por el Cambio y será el encargado de formar el Gobierno de transición y conducirlo hasta las elecciones que deberán elegir al sustituto del propio Kabila antes de que finalice 2017.

Estancamiento político

Sin embargo, a juicio de los prelados, este nombramiento no solo pone en entredicho el acuerdo firmado el pasado 31 de diciembre entre Gobierno y oposición, sino que ahonda en el actual estancamiento político. Una situación que hace peligrar la aplicación de uno de los puntos fundamentales acordados entre ambas partes: la celebración para diciembre de 2017 de los comicios presidenciales, legislativos y provinciales.

Que el primer ministro del Gobierno de Unidad Nacional no haya contado con el consentimiento de todos deja en punto muerto los diálogos de meses atrás, circunstancia agravada por la falta de consenso también entre la propia oposición a la hora de designar un candidato para presidir el Comité de control de la aplicación del Acuerdo de San Silvestre. Aunque en un primer momento se decidió que fuera el presidente de Le Rassemblement –agrupación que reúne a los principales partidos opositores– la muerte en febrero de su líder, Étienne Tshisekedi, ha reabierto la disputa por la elección de una figura que garantice el proceso sucesorio.

Mientras tanto, según las mismas fuentes, el presidente Kabila ha solicitado a las diversas fuerzas políticas “que aceleren las negociaciones para la designación de una personalidad que cuente con consenso para presidir esta estructura”, dejando la puerta abierta al nombramiento de alguien que no provenga de Le Rassemblement. Una desviación del “compromiso político acordado entre las partes” que supone “una violación del Acuerdo de San Silvestre”, critican los obispos, quienes habían propuesto para el cargo el nombramiento consensuado de una personalidad de Le Rassemblement.

Sangrientos enfrentamientos

El mensaje episcopal advierte, finalmente, que este prolongado impasse agrava también las ya de por sí precarias condiciones económicas y la seguridad del país, y lanza la voz de alarma sobre la situación en Kasai, “donde en la Archidiócesis de Kananga y en las diócesis de Mbujimayi, de Luebo y de Luiza se han producido sangrientos enfrentamientos entre las fuerzas del orden y los milicianos de Kamuina Nsapu”. Un preocupante panorama ante el que “la CENCO (Conferencia Episcopal Nacional del Congo) hace un llamamiento a todos los actores políticos y sociales a ser más sensibles al sufrimiento del pueblo congoleño”.

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