United Airlines sacrificó a la persona por el capital; hoy paga las consecuencias

 

  • José Luis Aguilar, quien en febrero coordinó en la Provincia Eclesiástica de México el Primer Encuentro Provincial con el Mundo del Trabajo, asegura que hoy más nunca es importante hacer crecer el concepto de empresas socialmente responsables, y en ello la Iglesia Católica tiene mucho que aportar

United Airlines sacrificó a la persona por el capital; hoy paga las consecuencias

El escándalo del pasajero de United Airlines es mucho más grave de lo que se piensa, pues no sólo ha dañado gravemente la imagen de la aerolínea, sino que llegará a los tribunales de justicia de Estados Unidos, donde enfrentará una demanda millonaria.

Como se recordará, el pasado 9 de abril, un doctor de origen vietnamita de nombre David Dao, de 69 años de edad, fue sacado de su asiento a la fuerza por empleados de seguridad de la aerolínea, lo que le provocó la pérdida de dos dientes y fractura de nariz.

El incidente se suscitó debido a una urgencia en un vuelo de Chicago a Kentucky, que llevó a la empresa a pedir que cuatro pasajeros renunciaran voluntariamente a sus asientos para que personal de la aerolínea pudiera viajar en su lugar. Al no conseguirlo, pese a ofrecer 800 dólares a cambio a cada uno, procedió a seleccionar a cuatro personas de forma arbitraria.

Para José Luis Aguilar, Director de la Comisión de Justicia y Paz de la Arquidiócesis de México, debido a la sobreventa de boletos United Airlines se vio obligada a decidir entre transportar a un consumidor o sacrificarlo, y se inclinó por esto último, atentando contra los derechos del médico. “La aerolínea considera que el flujo del capital puede determinar la vida de las personas, y esto no debe ser así; ahora tendrá que pagar las consecuencias”.

José Luis Aguilar, quien en febrero pasado coordinó en la Provincia Eclesiástica de México el Primer Encuentro Provincial con el Mundo del Trabajo, asegura que hoy más nunca es importante hacer crecer el concepto de empresas socialmente responsables, y en ello la Iglesia Católica tiene mucho que aportar.

Asegura: “La Doctrina Social de la Iglesia vela por la integridad de las personas y de las estructuras sociales, pues cuando la integridad de la persona es violada, de cierta manera toda la sociedad se empieza a deteriorar”.

Para el especialista, la Iglesia tiene claro que todos vamos en el mismo barco y que cada sector tiene la obligación de velar por el bien de todos. “Esto nos hace reflexionar en cómo construir espacios donde la ciudadanía se encuentre mucho mejor atendida por parte de las empresas. Este dinamismo nos debe permitir crear espacios más dignos para todos, tanto para empresas como para consumidores. Lograr este equilibrio a veces es difícil, pero es posible”.

–Después del problema con el pasajero de United Arilines, Delta Airlines ha anunciado que ofrecerá hasta 10 mil dólares a los clientes para que liberen voluntariamente sus asientos en casos de sobreventa, ¿qué opinas de ello?

–Si bien parece una simple estrategia para resolver el problema de los vuelos sobrevendidos, más bien es un planteamiento en el cual a las empresas les interesa obtener las mayores ganancias posibles, a cualquier costo; sigo viendo en esta medida una pérdida de la dimensión ética en las empresas, ya que se olvidan que la mejor inversión que se puede hacer es precisamente en los consumidores.

José Luis Aguilar percibe que las aerolíneas están generando cada vez más discriminación en sus consumidores, a los cuales, por cierto, se deben ellas. “No es que las aerolíneas sean ganadoras por sí mismas, sino que se deben a los consumidores, y por ello deben pensar más en servirles de la mejor manera”. Señala que en las últimas fechas el servicio ha decaído considerablemente.

Sobre el reciente encuentro entre la Iglesia con el mundo del trabajo, José Luis Aguilar se congratuló por el hecho de que cada vez hay más empresas que realmente se preocupan por sus trabajadores y sus familias, aplicando principios a favor de ellos.

Dijo que el primer encuentro deja muchos retos; en primer lugar, contar con un responsable para el trabajo de la Pastoral Laboral en las empresas interesadas. “También nos permite ver que hay esperanza para mejorar la situación de los trabajadores y sus familias, y es también una manera de demostrar que la Doctrina Social de la Iglesia puede generar en el mundo laboral apostolados y otro tipo de movimientos”.

Finalmente, explicó que en el encuentro se tuvo un acercamiento con una empresa minera que quería avanzar en este sentido, pero no sabía cómo hacerlo; en el encuentro ésta se comprometió a ir aplicando de manera gradual la Doctrina Social de la Iglesia. También recordó que en la Diócesis de Toluca se da un acompañamiento especial a las empresas, desde la Doctrina Social de la Iglesia, a través de una organización llamada Caridad en la Verdad, que ha hecho una gran labor en este sentido.

Compartir