La Red Nacional de Lugares de la Memoria participa en la Feria del Libro de Bogotá, que se desarrolla por estos días y se extenderá hasta el 8 de mayo. En el segundo nivel del pabellón juvenil, la articulación ha instalado un espacio para visibilizar acciones de resistencia de diversas organizaciones del país. Personas provenientes de Putumayo, Nariño, Valle, Amazonas, Bolívar, Cesar, Caquetá, Chocó, Meta y Antioquia presentarán a los asistentes la historia de sus procesos comunitarios.
“Los lugares de memoria son espacios para sanar, para elaborar duelos, para recuperar los saberes y el trabajo en comunidad”, afirman las organizaciones de la red. El encuentro con los otros en estos espacios les ha permitido a sus integrantes abrir caminos hacia la reconciliación. Así lo demuestra la experiencia de Ángela María Moreno, integrante del Centro de Acercamiento para la Reconciliación y la Reparación a las Víctimas (CARE), del municipio antioqueño de San Carlos. Luego de sufrir por cuenta del conflicto armado en la región −que le arrebató a cuatro hermanos y la desterró durante algunos años−, Ángela regresó a su pueblo para contribuir a la transformación de las relaciones entre sus coterráneos. Desde el 2009 participa de iniciativas encaminadas a que las víctimas de la guerra hagan valer sus derechos y a que quienes en el pasado fueron combatientes contribuyan a la construcción de una paz para todos. Parte de su trabajo está orientado a promover acciones en favor de quienes, como ella, han experimentado el dolor que genera la desaparición forzada. Como testigo del surgimiento del Jardín de la Memoria de San Carlos, lleva en su palabra el conjunto de motivaciones y esperanzas de los miembros del CARE.
También hacen parte de la red la Casa de la Memoria de la Costa Pacífica Nariñense y la Asociación de Familiares de las Víctimas de Trujillo (Valle). Ambas organizaciones cuentan con el acompañamiento de miembros de la Iglesia, como José Luis Foncillas y la Hna. Maritze Trigos. “Somos libros”. He ahí uno de los lemas de la Filbo 2017, una ocasión para salir al encuentro del otro.