Cuando apenas queda unas horas para que Francisco aterrice en El Cairo, el secretario de Estado de la Santa Sede, Pietro Parolin, ha asegurado que “el Papa nunca pensó suspender el viaje a Egipto”. En una entrevista promovida por la Secretaría de Comunicación de la Santa Sede y publicada por L’Osservatore Romano, Pietro Parolin explica que “quiere estar donde hay situaciones de violencia, para ser un mensajero de paz donde hay más necesitados de la paz, donde hay más necesidad de anunciar y trabajar por la paz “.
Tras los recientes atentados a iglesias coptas y la amenaza permanente de los terroristas a la minoría cristiana, el número dos del Papa insta al Gobierno egipcio a “hacer todo lo posible para proteger a los ciudadanos egipcios, cualquiera que sea su grupo social o religioso que pertenecen”.
En esta línea, el secretario de Estado de la Santa Sede subraya la relevancia del encuentro de Francisco con el mundo islámico sunita en la Universidad de al-Azhar como “el camino del diálogo y el encuentro como una manera de superar la oposición y la violencia que pueda surgir, por desgracia, en nombre de la religión, la manipulación de la religión misma”.
Cáritas, con más tirón que el INEM
La credibilidad ONG de la Iglesia a la hora de tomar el pulso a los efectos de la crisis es mayor que la de cualquier encuesta de población activa o el análisis que hagan políticos de uno u otro signo para inflar o adelgazar datos según sople el viento electoral.
Hasta 72.040 personas participaron el año pasado en los programas de empleo de Cáritas en todo nuestro país, según el Informe Anual de Empleo y Economía Solidaria 2016. Este trabajo a pie de obra con aquellos que tienen más complicada el reenganche en el mundo laboral se traduce en casi 17.000 contratos conseguidos por Cáritas a lo largo del pasado año.
Estos datos anuales coinciden prácticamente con la subida de este mes del empleo según la Encuesta de Población Activa. Uno puede echar las cuentas de la vieja comparando ambas cifras, y no es complicado deducir que la aportación que hace la Iglesia como un INEM independiente es más que notable.
Y eso, sin que Cáritas tenga por objetivo convertirse en una agencia de colocación de empleo, sino un medio para dignificar a los que sufren exclusión social. Sobre todo, porque todo aquel que llama a la puerta de los programas de Cáritas deja de ser un número y un parado, para convertirse en una persona.
Venezuela grita, Maduro ignora
La escalada de llamamientos contra el hostigamiento que está viviendo el pueblo venezolano va en aumento. Si el director de Vida Nueva Colombia reflexionaba estos días sobre el apoyo que el Episcopado venezolano estaba recibiendo de sus hermanos del resto de continente, Óscar Elizaldez entrevista hoy al salesiano Francisco Antonio Mendez, voz de todos los religiosos de Venezuela. “¡Cese la represión!”. Es el grito unánime de la Vida Consagrada del país que se une a su gente, a aquellos que acompañan en su día a día en colegios, hospitales, casas de acogida…
“Una gran cantidad de venezolanos no quiere seguir produciendo pobreza, ni viviendo en la desesperanza; son muchos los que se nos van del país, muchos los que mueren antes de tiempo, muchos los que son arrastrados por la delincuencia”, expresa el salesiano con desesperación. Un grito que el mandatario parece ignorar, más entretenido en sacar al país de la Organización de Estados Americanos ahora que se siente apadrinado y en fotografiarse con la bandera independentista catalana.
