Cada viernes, ‘Vida Nueva’ te acerca sus recomendaciones en pantalla grande (o no tanto)
El mismo fin de semana en que los veteranos hermanos Taviani estrenan su Maravilloso Boccaccio, adaptación de varias historias del Decamerón, su compatriota Gennaro Nunziante nos invita a acompañar a un funcionario de provincias de su país trasladado ¡al Polo Norte! para hacerse cargo de una estación científica. Con la fórmula del contraste norte-sur, explotada por no pocas comedias de éxito, las (des)venturas de Un italiano en Noruega han arrancado ya la sonrisa a más de diez millones de espectadores al otro lado de los Alpes.
¿Resiste el vínculo paterno-filial al tiempo y a la distancia? ¿Y a la ignorancia? El hijo de Jean emprende viaje a Canadá, concretamente a Quebec, para saberlo. Allí, en el funeral del progenitor que nunca conoció, descubrirá a su nueva familia. Un culebrón sobre la fuerza de los lazos de sangre que el francés Philippe Lioret maneja con sobriedad, sutileza y elegancia. Tan calculadas, sin embargo, que la contención ahoga por momentos el conflicto pese a los notables esfuerzos interpretativos de su reparto.
Enfrentado al universo pueblerino del que trató de huir siendo joven, a El ciudadano ilustre (Óscar Martínez) el espejo de sus vecinos le devuelve ahora la imagen de un gigante de arena, tan deslumbrante y frágil como la propia fama. Mariano Cohn y Gastón Duprat imaginan la historia del primer Nobel de Literatura argentino, una inquietante sátira que, más allá de caricaturas, despierta en el espectador una mezcla de risas y desasosiego. Muy recomendable para cuantos reniegan de sus orígenes o se creen lo que no son.