El Pontífice ha realizado una visita muy importante para el diálogo interreligioso y ecuménico. Han sido apenas 27 horas en el país, pero muy relevantes
Resumimos este viaje con las frases más memorables de sus discursos y homilías
Discurso en la Conferencia Internacional por la Paz en la Universidad de Al-Azhar [leer completo]
“Estamos llamados a caminar juntos con la convicción de que el futuro de todos depende también del encuentro entre religiones y culturas”.
“El diálogo puede ser favorecido si se conjugan bien tres indicaciones fundamentales: el deber de la identidad, la valentía de la alteridad y la sinceridad de las intenciones”.
“La única alternativa a la barbarie del conflicto es la cultura del encuentro. Es necesario acompañar y ayudar a madurar a las nuevas generaciones para que, ante la lógica incendiaria del mal, respondan con el paciente crecimiento del bien”.
“Como líderes religiosos estamos llamados a desenmascarar la violencia que se disfraza de supuesta sacralidad”.
“Solo la paz es santa y ninguna violencia puede ser perpetrada en nombre de Dios porque profanaría su nombre”.
“Hoy se necesitan constructores de paz, no provocadores de conflictos; bomberos y no incendiarios; predicadores de reconciliación y no vendedores de destrucción”.
“Egipto tiene una tarea particular: reforzar y consolidar también la paz regional, a pesar de que haya sido herido en su propio suelo por una violencia ciega”.
“Él no quiere nunca la muerte de sus hijos, sino que vivan y sean felices; él no puede ni pide ni justifica la violencia, sino que la rechaza y la desaprueba”.
“La historia no perdona a los que proclaman la justicia y en cambio practican la injusticia (…). Tenemos el deber de desmontar las ideas homicidas y las ideologías extremistas, afirmando la incompatibilidad entre la verdadera fe y la violencia, entre Dios y los actos de muerte”.
“La historia honra a los constructores de paz, que luchan con valentía y sin violencia por un mundo mejor”.
“Delante del Señor, que quiere que seamos ‘perfectos en la unidad’ no es posible escondernos más detrás de los pretextos de divergencias interpretativas ni tampoco detrás de siglos de historia y de tradiciones que nos han convertido en extraños”.
“Coptos ortodoxos y católicos podemos hablar cada vez más esta lengua común de la caridad: antes de comenzar un proyecto para hacer el bien, sería hermoso preguntarnos si podemos hacerlo con nuestros hermanos y hermanas que comparten la fe en Jesús”.
“Nuestro camino ecuménico crece de manera misteriosa y sin duda actual, gracias a un verdadero y propio ecumenismo de la sangre. (…) Igual que la Jerusalén celeste es una, así también nuestro martirologio es uno, y vuestros sufrimientos son también nuestros sufrimientos”.
Homilía en la misa con la comunidad católica [leer completa]
“Cuantas veces [el hombre] se desespera, negándose a creer que la omnipotencia de Dios no es la omnipotencia de la fuerza o de la autoridad, sino solamente la omnipotencia del amor, del perdón y de la vida”.
“La Resurrección no es una fe que nace de la Iglesia, sino que es la Iglesia la que nace de la fe en la Resurrección”.
“De nada sirve llenar de gente los lugares de culto si nuestros corazones están vacíos del temor de Dios y de su presencia (…). Para Dios, es mejor no creer que ser un falso creyente, un hipócrita”.
“A Dios solo le agrada la fe profesada con la vida, porque el único extremismo que se permite a los creyentes es el de la caridad. Cualquier otro extremismo no viene de Dios y no le agrada”.
Encuentro con los sacerdotes, religiosos, religiosas y seminaristas [leer completo]
“No tengáis miedo al peso de cada día, al peso de las circunstancias difíciles por las que algunos de vosotros tenéis que atravesar. Nosotros veneramos la Santa Cruz, que es signo e instrumento de nuestra salvación. Quien huye de la Cruz, escapa de la resurrección”.
“En medio de tantos motivos para desanimarse, de numerosos profetas de destrucción y de condena, de tantas voces negativas y desesperadas, sed una fuerza positiva, sed la luz y la sal de esta sociedad, la locomotora que empuja el tren hacia adelante, llevándolo hacia la meta, sed sembradores de esperanza, constructores de puentes y artífices de diálogo y de concordia”.