A su vuelta del viaje a Egipto, el papa Francisco se ha encontrado en la plaza de San pedro con un numeroso grupo de fieles de la Acción Católica de Italia que celebran en 150 aniversario de su fundación. A ellos se han sumado los representantes del movimiento que han celebrado su asamblea en Roma desde el pasado jueves 27 de abril.
Aunque el país del Nilo ha estado presente en la plegaria mariana del Regina Coeli.
El papa ha agradecido los frutos de este viaje y ha pedido “al Señor que bendiga a todo el pueblo egipcio, tan acogedor, a las autoridades y a los cristianos y musulmanes; y que conceda paz a ese país”.
Tambiénse ha referido a otras situaciones mundiales. Ha recordado los “enfrentamientos, con muchos muertos, heridos y prisioneros” de Venezuela. Francisco ha encomendado a los venezolanos en sus oraciones y ha hecho un llamamiento “al Gobierno y a todos los estamentos de la sociedad para que se evite cualquier otra forma de violencia, que se respeten los derechos humanos y se busquen soluciones negociadas a la grave crisis humanitaria, social, política y económica que está sufriendo la población”. También se ha acordado de situaciones similares, como la de la Antigua República Yugoslava de Macedonia.
Una Acción Católica para todos
Dentro del encuentro con la Acción Católica, el papa ha sido recibido por el nuevo presidente, el italiano Matteo Trufelli, y por el prelado que ejerce la tarea de Asistente general, Gualtiero Sigismondi. En su intervención, el papa Francisco, ha recordado que en este tiempo, la asociación “se ha convertido en un camino de fe para muchas generaciones, de vocación a la santidad para tantísimas personas”, ya sean “pequeños y grandes, laicos y sacerdotes, juntos, independientemente de la condición social, de la preparación culturar, del lugar de origen”. Estos años, son para el papa, “una historia de pasión por el mundo y por la Iglesia”.
Pero recordar el pasado, ha advertido el papa, no sirve para nada si en solo para “acomodarse en el sillón”, sino para reafirmar su identidad de ser “discípulos-misioneros que viven y testimonian la alegría de saber que el Señor nos ama con un corazón infinito”, como es el caso de los santos y beatos vinculados a la asociación.
La fuerza de la vocación laical
El papa ha subrayado el carácter laical que define a la Acción Católica. Una vocación que implica “una santidad vivida en la vida cotidiana, en la que se puede encontrar la fuerza y el valor para vivir la fe, a través de la hospitalidad y el diálogo con los demás, y experimentando la belleza de la responsabilidad compartida”.
Esta vocación se vive, ha insistido el papa, en la propia Iglesia local. “Los invito a continuar su experiencia apostólica arraigada en la parroquia “que no es una estructura efímera, sino que es una presencia eclesial en la zona, lugar donde se escucha la Palabra, crecen la vida cristiana, el diálogo, la caridad generosa, la contemplación y la celebración”.
Y es que la fuerza evangelizadores de la Iglesia y de la propia Acción Católica debe ser la “experiencia misionera”, “abiertos a la realidad que nos rodea” y no la búsqueda de la “auto-conservación”. Buscad “sin miedo a los que viven al lado, a los que piensan diferente, ha recomendado Francisco, el diálogo” para lograr “la paz, la justicia, la fraternidad”.