No pasaron desapercibidas las palabras del líder del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), Andrés Manuel López Obrador, quien en días pasados calificó como “pecado social” la compra del voto, y anunció que buscará reunirse con ministros de culto de todas las religiones para que expliquen esto a sus feligreses.
Al acompañar a la candidata de Morena al gobierno del Estado de México, Delfina Gómez, en un mitin en la zona marginal de Lomas de San Sebastián, en el municipio de La Paz, el político mexicano, aspirante a la Presidencia del país en el 2018, recordó que algunos partidos ofrecen despensas o materiales de construcción a cambio de un voto favorable a su partido en las urnas.
“El engaño es algo que ofende, está escrito hasta en la Biblia, es antirreligioso. Muchos que han leído la Biblia saben de ese pasaje donde un personaje se valió del hambre de su hermano para quedarse con su herencia. Eso es lo que hacen esos corruptos”, dijo.
Si bien Andrés Manuel López Obrador ha recibido críticas por el uso –en un Estado laico–, de términos religiosos en campaña electoral, también hay quienes consideran que sus palabras no son del todo erróneas, y que el concepto de “pecado social” se aplica correctamente a la compra de voto.
El Doctor en Derecho Canónico, Pedro Arellano Aguilar, explicó que el fraude electoral va en sentido contrario a la voluntad política de los ciudadanos para elegir gobernantes y determinar políticas públicas, y recordó que en México se tiene el auto denominado “fraude patriótico”, que trata de justificar la manipulación electoral, desde la “compra” de preferencias a favor de partidos o candidatos, hasta el conteo desviado.
“Son pecados graves para Dios y su Iglesia, porque trasgreden el orden divino y humano”, dijo.
Señaló que es obligación para el cristiano y sus pastores “no sólo denunciar estas acciones inmorales, sino llegar a la denuncia formal y pública, so pena de incurrir en encubrimiento y en el pecado de omisión”.
Tras citar a Mons. Oscar A. Romero, quien predicaba: “El Pastor no quiere seguridad, mientras no se la den a su rebaño”, el Dr. Arellano señaló que en México se tienen grandes ejemplos de este compromiso con la Doctrina Social de la Iglesia, como el caso Chihuahua, donde el Sr. Arzobispo suspendió en 1986 el culto religioso en todos los templos de la arquidiócesis en protesta contra el fraude electoral cometido por el partido oficial.
Y agregó que la encíclica Centesimus Annus, de san Juan Pablo II, menciona que la promoción y defensa de los derechos humanos no se transita si no se rechazan los simplismos engañosos individuales o de un grupo que se anteponen a la voluntad democrática.
Obispos piden honestidad
Cabe mencionar que el 4 de abril, un día después de que iniciaran las campañas electorales en el Estado de México, mismas que concluirán el 31 de este mes, los 13 obispos cuyas diócesis se encuentran dentro del territorio del Estado de México, emitieron un comunicado que lleva por título “La democracia y sus oportunidades”, en el cual recuerdan a los partidos políticos que las elecciones del próximo 4 de junio constituyen un reto de hacerse creíbles y cercanos a la población, lo que demanda de ellos un compromiso serio con la transparencia y la honestidad, y advirtieron que de no asumir esa responsabilidad, corren el riesgo de “alimentar las bases para el retorno al autoritarismo político o el populismo autoritario por vía electoral”.
Los obispos indicaron que prevalece un clima de molestia y frustración en el Estado de México –entidad en la que, según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía, en el 2010 había casi 12 millones de católicos–, y anotaron que esta población actualmente tiene una conciencia cada vez más aguda de su propia capacidad de convocatoria y movilización.
“La población está cobrando conciencia de la necesidad de hacer algo, y lo está buscando realizar –señala el texto–. En otras palabras, la mesa está puesta para aquellos que logren captar la imaginación de la gente con propuestas atractivas y novedosas, generen una relación empática con la ciudadanía y proyecten la credibilidad necesaria para conseguirlo”.
El comunicado está firmado por el Card. Carlos Aguiar Retes, arzobispo de Tlalnepantla; Mons. Guillermo Ortiz Mondragón, obispo de Cuautitlán; Mons. Francisco González Ramos, obispo de Izcalli; Mons. Óscar Roberto Domínguez Couttolenc, obispo de Ecatepec; Mons. Guillermo Francisco Escobar, obispo de Teotihuacán; Mons. Juan Manuel Mancilla, obispo de Texcoco; Mons. Héctor Luis Morales, obispo de Nezahualcóyotl; Mons. Víctor René Rodríguez, obispo de Valle de Chalco; Mons. Francisco Javier Chavolla, obispo de Toluca; Mons. Juan Odilón Martínez, obispo de Atlacomulco; Mons. Raúl Gómez González, obispo de Tenancingo; Mons. Maximino Martínez Miranda, obispo de Ciudad Altamirano; Mons. Efraín Mendoza Cruz, obispo auxiliar de Tlalnepantla, y Mons. Jorge Cuapio Bautista, también obispo auxiliar de Tlalnepantla.