Una vez más, los purpurados argentinos se encuentran reunidos en la 113° Asamblea Plenaria de la Conferencia Episcopal Argentina (CEA). ¿Harán algún pronunciamiento? ¿Emitirán un documento? ¿Culminarán con una conferencia de prensa? Siempre que este Episcopado se reúne, sobrevuelan sobre la prensa y sobre la gente estos interrogantes que, desde que Bergoglio es el papa Francisco, cobran importancia internacional.
Y en esta asamblea en particular, se ahondan estos interrogantes ya que desde hace algunos días comenzó a circular el rumor de que se reunirían con los obispos un grupo de familiares de víctimas de la última dictadura militar (1976-1983). Lo que fue un rumor desde la semana pasada se confirmó ayer, martes 2 de mayo –minutos antes de que se iniciara formalmente esta Asamblea Plenaria con la misa en la capilla de la casa de ejercicios El Cenáculo-La Montonera, de Pilar (Buenos Aires)–, cuando la oficina de prensa de la CEA dio a conocer una aclaración sobre este encuentro.
El comunicado hablaba de “un tiempo de reflexión sobre los acontecimientos ocurridos durante la última dictadura militar”, que estaría comenzando “con la escucha de algunos testimonios de familiares de personas que sufrieron las consecuencias de este período marcado por la violencia en distintos ámbitos de la sociedad”.
“Esta primera etapa –asegura el escrito– se limitará exclusivamente a la escucha de algunos testimonios y no al intercambio entre los participantes. Se ha invitado a un número acotado de personas para contar con un tiempo suficiente para narrar sus experiencias”. Pero como es lógico, un espacio de diálogo y escucha sincero y genuino sobre un tema tan delicado, donde la Iglesia como institución tantas veces ha ignorado, lleva su tiempo. Y así lo aclara el comunicados: “Este proceso de largo aliento continuará durante las asambleas de los próximos años donde se buscará realizar, más adelante, un camino de diálogo entre los obispos en el marco de la cultura del encuentro y la amistad social”.
Igualmente, en el comunicado enviado el pasado viernes anunciando el temario de la 113° Asamblea Plenaria, la oficina de prensa de la CEA anunció que los obispos analizarán durante estos cinco días, más allá de los temas típicamente de fe. Por ejemplo, la Comisión Episcopal de Ministerios presentará una propuesta de trabajo para la prevención de abuso de menores y adultos vulnerables, la Comisión de Ecumenismo presentará la relación de la Iglesia Católica con los cultos y se presentarán el balance económico de la CEA 2016.
Asimismo, el jueves 4 se dedicará un momento para analizar el tema de la preocupación por la falta de participación en la misa dominical y la pérdida del sentido de este día. Finalmente, el viernes 5 conversarán sobre el polémico tema de los scouts.
Visitas internacionales
También, el Episcopado recibirá la visita del cardenal Laurent Monsegwo Pasinya, arzobispo de Kinshasa (República Democrática del Congo), acompañado de su obispo auxiliar, Donatien Bafuidinsoni. El viernes por la mañana llegará a Pilar el Canciller de la Academia Pontificia de las Ciencias y de la Academia Pontificia de Ciencias Sociales del Vaticano, Marcelo Sánchez Sorondo, quien comentará a los purpurados sobre las diversas actividades que lleva adelante por requerimiento del Papa Francisco.
Para esta Asamblea Plenaria los obispos argentinos tendrán muchos temas para abordar. Al menos, lo mencionado en los párrafos anteriores es un breve detalle, pero seguramente tengan que debatir en torno a realidades concretas como el narcotráfico, el desempleo, la falta de oportunidades para los jóvenes, entre otras tantos temas que preocupan a muchísimos argentinos.