Con un mensaje pascual dirigido “a la comunidad cristiana” –y dado a conocer el 2 de mayo–, concluyó en Cochabamba la 103º Asamblea Ordinaria de la Conferencia Episcopal Boliviana (CEB), que se había iniciado el pasado 27 de abril.
“Es verdad, ¡el Señor ha resucitado!”, proclamó el obispo auxiliar de La Paz y secretario general de la CEB, Aurelio Pesoa Ribera, recordando el relato bíblico de los discípulos de Emaús y alentando a “reconocer las situaciones y los acontecimientos donde la resurrección del Señor nos desafía a proclamar la vida frente a las situaciones de muerte que la amenazan”.
En una rueda de prensa que también contó con la participación del presidente y del vicepresidente de la CEB, los obispos Ricardo Centellas Guzmán y Óscar Aparicio, respectivamente, los líderes de la Iglesia boliviana manifestaron su preocupación frente a “la realidad de violencia, inseguridad ciudadana, pandillas, muertes en las carreteras, feminicidios, sufrimiento de tantas mujeres por los abortos y otros hechos funestos”, sin dejar de recordar a la Iglesia y al pueblo venezolano “en esta hora tan difícil marcada por la violencia fratricida”, como también lo han hecho los episcopados de Colombia, Panamá y Venezuela.
Para promover la convivencia humana, los obispos recuerdan la primacía del respeto de la vida, el sentido de responsabilidad y la búsqueda sincera de reconciliación. “Solamente así seremos capaces de crear oportunidades para nosotros y las nuevas generaciones”, aseguran.
Otro de los temas que inquieta al episcopado boliviano es la “cultura de la muerte y del descarte”, a propósito de la propuesta de Ley de Reforma del Código del Sistema Penal que será sometida a discusión en la Asamblea Legislativa Plurinacional, y que busca justificar el aborto en algunas circunstancias que incluye la pobreza extrema.
“Llamamos, una vez más, a los legisladores y a toda la sociedad, a defender el derecho a la vida en línea con nuestra Constitución Política del Estado, con los valores de los pueblos indígenas y del Evangelio. Frente a quienes no quieren aceptar una vida que comienza, el Estado puede ofrecer la protección de esas vidas y una familia sustituta”.
Por otra parte, ante la próxima convocatoria a elecciones judiciales en Bolivia, la CEB exhortó al rescate de la credibilidad y la legitimidad de la justicia: “Es hora de encarar una profunda renovación de la justicia en Bolivia por encima de intereses partidistas”.
Salvar a la sociedad de la depredación de la corrupción y de los intereses particulares será posible “a partir de la visión del ser humano que propone el Evangelio”, afirman los obispos. “De esta fuente se tiene que alimentar el compromiso social y político” y “un verdadero proyecto social que favorezca la vida para todos, en especial para los últimos y los pobres, todavía amenazados por la inseguridad económica y social”.
La ocasión también fue propicia para recordar algunos acontecimientos eclesiales particularmente relevantes para la Iglesia boliviana, como la visita ad limina prevista para el mes de septiembre, expresión de “comunión con el sucesor de Pedro y plena fidelidad al magisterio de la Iglesia”, el Encuentro Nacional de Jóvenes Católicos que tendrá lugar en junio, el Congreso Nacional de Educación Católica en octubre y el V Congreso Americano Misionero que se realizará en Santa Cruz, en julio de 2018, con el lema ‘¡América en misión, el Evangelio es alegría!’.