Entrevistas

Jesús Catalá: “Presidir la Comisión de Vida Consagrada es un servicio a la Iglesia”





El obispo de Málaga se estrena en la Comisión Episcopal de Vida Consagrada. Sus hermanos en el Episcopado le han encargado esta misión para el próximo trienio 2017-2020. Apenas 24 horas después de su elección, Jesús Catalá atiende a Somos CONFER y deja claro que las relaciones entre obispos y religiosos “son buenas, y van a seguir cada vez mejor”.

PREGUNTA.- ¿Cómo ha recibido el nombramiento?

RESPUESTA.- Recibo el nombramiento con cierta sorpresa, porque no lo esperaba. Terminaba mis dos trienios en la Comisión del Clero y mis hermanos me piden ahora este servicio, que no es un cargo de honor, sino un auténtico servicio a la Iglesia en España. Clero y religiosos, todos somos personas de especial consagración, como nos llama la exhortación Vita consecrata (Juan Pablo II, 1996). A los sacerdotes se nos consagra para ejercer el ministerio y a los religiosos para desarrollar, desde un carisma concreto, un servicio a la Iglesia. No he variado mucho, porque he pasado a una Comisión que también sirve a personas de especial consagración.

P.- ¿Qué cree que puede aportar usted como pastor a seguir estableciendo lazos entre el Episcopado y la Vida Consagrada?

R.- Las relaciones son buenas y van a seguir cada vez mejor, como es natural. Sobre todo, en la medida en que se comprenda mejor qué es cada cosa. Cuando hay confusión de lo que se es o hay una falta de identidad, es más complicado, pero clarificando qué es cada uno y quién es cada uno, para qué está y para qué le llama el Señor, todo es riqueza y complementariedad. No voy a aportar nada en concreto, las que aportan son las personas de especial consagración que tienen una vocación y que responden a una llamada del Espíritu. Lo que hacemos los obispos en la Comisión es procurar una relación excelente, como la que hay, entre pastores y personas de especial consagración. En este próximo trienio, la tarea de la Comisión Episcopal es continuar el diálogo con los responsables de las distintas instituciones de Vida Consagrada. En definitiva, mantener una coordinación para una buena relación de fraternidad entre todos.

“Las congregaciones son un don”

P.- ¿Qué tiene que aportar hoy la Vida Consagrada a la Iglesia?

R.- Le aporta la riqueza de su carisma y la tarea de la misión que el Espíritu le ha encargado. Las congregaciones no salen por generación espontánea, salen porque el Espíritu las suscita, y la Iglesia las ratifica. Las congregaciones son un don, un fruto del Espíritu Santo. En la medida en que respondan a aquello para lo que han sido llamados, serán fieles a sí mismos y a la Iglesia.

P.- ¿Y a la sociedad?

R.- Lo mismo, no es una doble tarea; la misma que hacen dentro de la Iglesia sirve fuera. El Espíritu no las suscita para desarrollarse en familia como gueto, o en la Iglesia, porque la Iglesia es universal y está en el mundo, en la sociedad, seas cristiano o no.

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