Fernando Vidal: “La parroquia debería parecerse más a una plaza”

Abrirse a todos. Hablar para el mundo. Ser parte del mundo. Bajo estas premisas ha girado la ponencia de Fernando Vidal, director del Instituto de la Familia de la Universidad Pontifica Comillas, en la segunda edición de Conversaciones PPC, que se está celebrando hoy jueves 5 de mayo, en la sede del Instituto Superior de Pastoral de Madrid, en la Fundación Pablo VI. Con el título ‘Dialoguen primero: la belleza y la cultura para la alegría del amor’, el profesor ha hecho un repaso por lo que nos pide y nos dice ‘Amoris laetitia’.

Y esas peticiones surgen desde la propia parroquia. “La parroquia no es el centro de los católicos, es la casa de todos”, ha afirmado. Por eso, “las iglesias deberían parecerse más a una plaza”, ha añadido. Y es que las parroquias “tienen que ser vistas por la gente como un lugar de familia”.

Con la certeza de que los debates de familia deben bajarse al corazón, Vidal ha indicado que “la familia necesita que la Iglesia sea su madre”, porque “buena parte de lo que ahora lamentamos en el ámbito de la familia tiene su causa en nuestra forma de ver la familia”. Y ha lanzado una pregunta al aire: “¿Nos hacemos las preguntas importantes en los grupos de familia?”.

“‘Amoris laetitia’ desafía por su realidad”

La exhortación postsinodal es “un gran desafío por su realidad”, según ha explicado. “Se mete tanto en detalle que te das cuenta de que te habla de tu propia vida”, ha admitido. Y añade para los más descreídos con el texto papal: “No van a encontrar teoría, eso es verdad, solo realidad”. Y es que “no estamos en un tiempo en el que toque responden sobre lo que pensamos en torno a la familia, sino sobre la experiencia real y cotidiana que nos toca a todos”.

Según el profesor, “Francisco quiere una Iglesia que viva en un discernimiento continuo y que sepa acompañar”. De hecho, “el mayor desafío para nuestra vida eclesial en este siglo es que el espíritu esté en el centro de nuestra vida” y que “todo lo que hagamos sea al modo de Jesús”.

A lo largo de este primer año de ‘Amoris laetitia’, publicada el 8 de abril de 2016, se ha analizado a fondo el texto en España y “en algunos aspectos, nos ponemos a andar, pero en otros nos resistimos a subirnos a un autobús hacia ninguna parte”.

Que la Iglesia sea un lugar de diálogo

Por otro lado, Fernando Vidal ha mantenido que hoy nos encontramos ante una oportunidad histórica para que la Iglesia sea un lugar de diálogo. “Estamos llamados a ello en una sociedad donde hemos perdido lo universal y lo conversacional”. Y ha recalcado: “Los políticos, las personas involucradas en lo social y los del mundo de la cultura nos lo piden”. De hecho, “en el discurso público, la familia es secundaria, pero en la realidad de toda persona es la experiencia principal. Y esa experiencia nos permite el diálogo”, ha indicado.

La ponencia de Vidal también surfeó entre anécdotas y momentos para chascarrillos. De hecho, desde el comienzo. “Solo estoy seguro de dos cosas: estoy enamorado de mi mujer y soy de Vigo”, ha dicho entre risas.

También relato la belleza de ese momento en el que vio nacer a su hijo, con los ojos bien abiertos sin quitarle la mirada. “¿Qué hay más importante y vital que tener un hijo?”, se ha preguntado. Para luego bromear: “Formar parte de una congregación religiosa, ya lo sé, pero déjenme recrearme”.

Fernando Vidal ha lanzado un mensaje a los padres, para que se fijen en lo importante: “Lo que nos quedará mañana es decir ‘qué pena que no fuimos más veces juntos a una casa rural’, no diremos ‘qué pena que no conseguí que mi cliente comprara una acción mejor’”.

Osoro: “Hay mucha gente que necesita que les escuchemos”

Ante la atenta mirada del cardenal arzobispo de Madrid, Carlos Osoro, el profesor envió un mensaje a los obispos: “La Iglesia en España debería configurarse como el Camino de Santiago, el lugar de los encuentros, y acompañarnos con los mismos modo de vivir, porque necesitamos reencontrarnos y dialogar no en leyes ni ideologías sino en el diálogo espiritual. Eso es lo que pedimos los creyentes a la Iglesia”.

El propio cardenal fue el encargado de abrir el II encuentro de PPC. Durante su alocución, ha repetido varias veces el mismo mensaje: pongámonos a caminar. “Francisco nos ha regalado esta exhortación en la que aparece en el fondo y la forma el pastor que quiere para nuestra Iglesia”, ha señalado.

Además, ha felicitado a la editorial por el evento, ya que “estas conversaciones van a enriquecernos a todos y nos van a dar la oportunidad de acercarnos a la familia tal y como está, porque hay mucha gente que necesita que les escuchemos”. Y ha continuado: “No necesitan que nos acerquemos con exposiciones impositivas, sino con la capacidad de escuchar y hacerles sentir a gusto”.

En definitiva, el cardenal, citando al Papa en su viaje a Egipto, ha indicado que “el único extremo permitido es la caridad, es el amor”, porque “amar es hacer siempre el bien, donde se experimenta la felicidad”. Y Amoris laetitia “nos enseña a amar a pesar de todo”.