Es un mártir. Lo dijo Francisco en una misa celebrada en la capilla de la Casa Santa Marta en septiembre, tres meses después del asesinato. El P. Jacques Hamel murió a causa de su fe. Y murió en Europa. En el país vecino.
El Estado Islámico se atribuyó el atentado del sacerdote, que fue degollado por dos jóvenes de 19 años, Adel Kermiche y Abdel Malik Petitjean,
mientras oficiaba misa el 26 de julio.
El sacerdote fue encerrado junto a dos monjas y dos fieles, que sobrevivieron y darán testimonio del martirio del sacerdote en el proceso.
Sin tiempo para la jubilación
Tenía 86 años, pero no se jubilaba. El P. Hamel seguía diciendo misa en su parroquia de Saint-Etienne-du-Rouvray (Normandía). Y ahora, el arzobispo de Rouen, Dominique Lebrun, ha anunciado oficialmente la apertura de la fase diocesana del proceso de beatificación. Lo hizo el Jueves Santo durante la Misa Crismal que presidió en la catedral.
Nueve meses después, aún con los recuerdos patentes, el postulador de la causa de beatificación del sacerdote, Paul Vigouroux, manifiesta a Vida Nueva que no hay posibilidad de no perdonar. “Jacques Hamel hubiera perdonado a sus asesinos”. Cristalino. Y añade: “De hecho, él dijo ‘vete Satanás’, lo que significa que veía al diablo en la acción y no a los dos jóvenes que cometieron el asesinato”.
Un hecho que recuerda la oración que la Conferencia Episcopal Francesa ha promulgado para pedir su intercesión:
“Tú que has desenmascarado a Satanás, el divisor:
que Dios nos ayude a repeler sus tentaciones
en acogida al espíritu de amor y de perdón.
Tú que has muerto en los hábitos de la oración:
que Dios nos ayude a dar testimonio de Jesús y de su Evangelio hasta el final.
“El proceso tardará varios años”
Vigouroux reconoce que “el proceso tardará varios años”. Y es que ahora “tendremos que escuchar a los testigos de la muerte, así como a muchos feligreses que han conocido al Padre Hamel, su manera de vivir la fe, su esperanza y su caridad”, indica. Además, varios teólogos examinarán los textos escritos por el sacerdote. En definitiva, se demostrará “la simplicidad de su testimonio y su manera de vivir el Evangelio, que le llevó a dar su vida ”, añade.
En el mismo sentido, el postulador señala que “lo que era odio y violencia, Hamel lo convirtió en amor y perdón, como hizo Jesús en la cruz, porque el padre amó hasta el fin”.
El proceso diocesano se dilatará durante dos o tres años, según las estimaciones de Vigouroux. Después, la causa quedará en manos de la Congregación para las Causas de los Santos, que tendrá que formular el decreto para que el Papa autorice la beatificación.
La hermana del sacerdote se encuentra con Francisco
No obstante, este tiempo de espera será más corto que otros, ya que el Papa dispensó este caso del plazo de cinco años que tienen que pasar tras la muerte de una persona para iniciar el proceso de beatificación.
Por otro lado, la hermana del sacerdote ha podido conocer a Francisco el pasado 22 de abril en la ceremonia homenaje a los mártires en la Basílica de San Bartolomeo, en la isla de Tíber (Roma). El Pontífice la saludó personalmente e intercambio unas palabras con ella.
