El Papa recibe por sorpresa a un grupo de novicios y postulantes y deja varios titulares sobre la vocación y el servicio
Los novicios y postulantes salesianos de Italia, a los que se unen candidatos a entrar en la congregación de otros lugares de Europa como España y Portugal, han sido recibidos por el papa Francisco en una audiencia privada.
A lo largo de la semana estaban participando en un encuentro sobre discernimiento vocacional, acudieron a rezar a San Pedro del Vaticano y, sin previo aviso, les comunicaron que irían a la Casa Santa Marta. Allí tuvieron un encuentro de casi una hora con el papa Francisco que les invitó a que le contasen sus experiencias y le hiciesen las preguntas que quisiesen.
“Desde el principio nos invitó a hablar a nosotros, a hacerles preguntas atrevidas, que él estaba dispuesto a responder”, ha declarado a Vida Nueva el novicio español José Miguel Pérez Saucedo.
En el encuentro, que ha trascendido gracias a un novicio que lo transmitió en directo a través de su Facebook, el Papa les ha agradecido la visita. “Cuando he visto esta petición, he dicho: ¿los salesianos? Que vengan”, ha explicado Francisco, quien recordó su paso durante la infancia por la casa salesiana donde aprendió “a querer a la Virgen María” y señaló las raíces piamontesas de su familia, región en la que nació y vivió san Juan Bosco.
Durante la conversación, el Papa les advirtió de algunos peligros: “Atentos a la hipocresía en la Iglesia: es una peste”, sentenció. “La hipocresía de decir una cosa y hacer otra, de la mediocridad, de aquellos que quieren entrar en el seminario porque son incapaces de desenvolverse solos en el mundo…”. “Atentos ante los que son muy diplomáticos. Si encontráis a un mentiroso, invitadlo a volver a casa”, sentenció en Papa.
Ante esto pidió audacia a los religiosos: “A los mejores, los superiores deben enviarlos a las periferias, ese es su sitio”, afirmó, “entre los jóvenes descartados” para despertar toda la “creatividad que encierran”.
El Papa les animó en su tarea de acompañar a los jóvenes, porque en “el camino hay muchas sorpresas de Dios y otras que no son de Dios. Debemos tener cuidado y ayudarles a hacer frente a estas sorpresas. Si uno tiene problemas, debe mirarlos a la cara”.
A los novicios les comentó que algunos grupos quieren volver a la antigua fórmula basada en la “disciplina”. “Si los hubiera invitado hoy, vendrían incluso con la sotana y el sombrero de teja”, bromeó, a la vez que les recordó que afrontar muchos problemas hay que “ponerse bien los pantalones”, es decir, actuar “como un hombre, como haría tu padre, tu abuelo”.
La clave para el Papa es la “santidad”: “Hay muchos santos en la Iglesia, muchos. Gente heroica, padres, abuelos, jóvenes. Los santos ocultos, tales como los que pertenecen a la ‘clase media de la santidad’, que no se ve pero están”.
También Francisco recordó y rezó por el salesiano indio Tom Uzhunnalil, secuestrado hace más de un año en Yemen. También agradeció las labores de los salesianos en Siria.