Se daba por hecho: el Congreso de los Diputados solicitaría por mayoría exhumar de manera “urgente” los restos de Francisco Franco y trasladarlos fuera del Valle de los Caídos. Sin embargo, la propuesta no de ley del PSOE no parece contar con el respaldo de Podemos y ERC, por considerarla insuficiente.
Esta iniciativa, que busca hacer cumplir la Ley de Memoria Histórica aprobada por el Ejecutivo de Rodríguez Zapatero, también incluye los restos de José Antonio Primo de Rivera, aunque en este caso, sobre el fundador de la Falange Española, solo se solicita que sean trasladados a un lugar “no preeminente” del edificio. El resultado de esta votación no obliga a nada al Gobierno en tanto que se trata de una propuesta no de ley, pero sí deja la pelota en su tejado.
Eso sí, si antes logra sacarla adelante el PSOE. Y es que, aunque la votación tendrá lugar el jueves, los partidos de izquierda han mostrado ya disconformidad. La formación morada amenaza con abstenerse si se dejan de lado sus enmiendas y los independentistas catalanes podrían incluso votar en contra, alineándose así al Partido Popular. Por si fuera poco, Ciudadanos ha dejado caer que solo respaldarán a los socialistas si no salen adelante las propuestas de Podemos y ERC.
En medio de este cruce de intereses, se planea fraguar una iniciativa que buscar sanar la memoria. Y, sin embargo, a la vista está, lejos de cerrar heridas, ha abierto una nueva contienda en el hemiciclo.
Preocupación en la familia salesiana. Desde hace más de un año, el sacerdote indio Tom Uzhunnalil permanece secuestrado en Yemen. Hoy se ha publicado un vídeo de cinco minutos en el que se le ve bastante desmejorado, con un lenguaje vacilante. “Por favor, por favor, hagan todo lo que puedan para que me liberen”, implora el salesiano.
Un grito de desesperación que no hace sino invitar a una oración para que retorne en el la calma y que invita a las autoridades para hacer, desde la sentido común, lo que esté en su mano para propiciar su liberación.
“Este Partido Socialista está muerto, hay que superarlo, seamos claros”. Con esta contundencia se ha expresado el ex primer ministro Manuel Valls, que se ha subido al carro del nuevo presidente Emmanuel Macron, para presumiblemente liderar su equipo hacia las inminentes elecciones legislativas.
No se ha caracterizado Valls en su trayectoria política por sumar declaraciones temerarias o las amenazas apocalípticas. Sin embargo, el revés que recibió de la militancia en las primarias y el ninguneo que han recibido los socialistas en las urnas, le han hecho reaccionar. El socialismo francés ha perdido su nexo de conexión con la sociedad. Otros han ocupado su espacio y ellos se lo han dejado ocupar.
Cuando Susana, Patxi y Pedro apenas llevan unas horas de campaña con las espadas en alto–aunque acumulan meses de rejoneo-, mirar las barbas del vecino no se torna en refrán recurrente y menos aún ocurrente, sino una seria advertencia. Se juegan mucho más que un liderazgo.