Vaticano

Francisco sobre la Virgen María: “No estamos huérfanos, tenemos una madre en el cielo”

  • En la audiencia general, el Papa subraya los valores de fidelidad, valentía y esperanza
  • Bergoglio envía también un saludo al clero español en la fiesta de San Juan de Ávila, y recuerda a la Virgen de Luján





El papa Francisco ha retomado su ciclo de catequesis semanales dedicadas a la esperanza cristiana, tras el paréntesis de la semana pasada en cuando valoraba su viaje a Egipto. Hoy día 10, en este segundo miércoles del mes de mayo, el Papa, en su reflexión, ha presentado a la Virgen María como “Madre de esperanza”. La tradición sitúa en este mes muchas devociones populares marianas y, además, prepara en estos días su viaje a Fátima para el que ha pedido a todos su oración.

En su intervención, Francisco ha recordado la obediencia de María y su inquebrantable fidelidad, puesta a prueba de modo supremo en la muerte de Jesús en la cruz. El Papa explicaba como, en la vida de María, “no era fácil responder con un ‘sí’ al anuncio del Ángel y acoger en su seno el misterio de la Encarnación del Hijo de Dios. Después, en el momento crucial de la vida de Jesús, cuando casi todos lo han abandonado, María permaneció junto a la cruz de su Hijo por amor de madre y por fidelidad al plan de Dios”.

Esta fidelidad de María, ha dicho el papa Francisco, se ha transformado en esperanza e, incluso, en valentía. “Ella, a pesar de que no siempre comprendía todo lo que estaba sucediendo, se nos muestra como una mujer valiente, que no se detiene ante las dificultades”, ha subrayado. En este sentido, Francisco ha evocado como “todos nosotros hemos conocido mujeres fuerte, que han llevado adelante tantos sufrimientos por sus hijos”.

Estas actitudes que ha vivido María son las que ha dejado a la Iglesia en el tiempo que compartió, “junto a los discípulos de su Hijo, acompañándolos y animándolos como madre de esperanza”. Para Bergoglio, la lección que María deja a los cristianos es que “en los momentos de dificultad, cuando parece que nada tiene sentido, siempre tenemos que esperar y confiar en Dios”.

“No estamos huérfanos, tenemos una madre en el cielo. Es la santa Madre de Dios, que nos enseña la virtud de la esperanza. Aunque todo parezca no tener sentido, ella siempre confía en el misterio de Dios. También cuando Él parece eclipsarse por el mal del mundo”, ha concluido el pontífice.

Saludo al clero español y a Argentina

Por otra parte, el Papa ha mencionado que en España, cada 10 de mayo, fiesta de san Juan de Ávila, se celebra la jornada del clero español y “maestro de vida espiritual”, ha calificado. Con esta intención, el Papa ha invitado a rezar “por todos los sacerdotes, para que sean siempre una imagen transparente de Jesús, Buen Pastor, y la Virgen María los sostenga a lo largo de su vida sacerdotal”.

Precisamente la fiesta de san Juan de Ávila se vive este año de una manera especial en Roma, debido a los actos de celebración del 125º aniversario de la fundación del Pontificio Colegio Español de San José, que incluyen en esta misma jornada un concierto del pianista español Vicente Ariño Pellicer con piezas de los años en que se fundó la institución. Al concierto seguirá la celebración de la eucaristía y una cena de fraternidad con los sacerdotes españoles residentes en Roma.

No ha faltado un recuerdo personal emotivo en esta audiencia. El Papa, dejando a un lado sus papeles, ha indicado que hace dos días se ha celebrado la fiesta de la patrona de Argentina, la Virgen de Luján. “Mi corazón estuvo en Luján estos días”, ha declarado Bergolio entre los aplausos de los argentinos reunidos en la plaza.

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