Pasadas las 16:30 horas (hora española), Francisco despegaba de la Base Aérea de Monte Real rumbo a Roma. Media hora más tarde de lo previsto. Y es que la ceremonia de canonización duró más de lo esperado, puesto que el Papa no se quiso marchar sin bendecir a la multitud de enfermos que ocupaban el ala izquierda de la explanada del Santuario de Fátima.
Veinticuatro horas puede ser poco tiempo para algunos y mucho para otros. Lo que sí está claro es que el tiempo que el Pontífice ha estado en Portugal se ha vivido con mucha intensidad.
Una oración en la Capilla de las Apariciones, una vigilia de las candelas, la canonización de los dos pastorcillos de Fátima, un encuentro con el presidente de la República, otro con el primer ministro y un almuerzo con los obispos lusos. Hubo tiempo para todo. Y el Papa valoró la acogida de todo el pueblo portugués: “Agradezco mucho vuestra hospitalidad”, le ha dicho al presidente de la República, Marcelo Rebelo de Sousa, durante la ceremonia de despedida en la base aérea.
El Papa ya se ha marchado, pero no hubo tiempo para la pena, y sí mucho para la alegría. Fueron decenas de niños los que corrían tras el coche de Francisco a su paso para poder tocarle. Bergoglio no se esconde. Ventanilla bajada saludaba a todos. Los miembros de seguridad ya saben que con Francisco todo es diferente. No se le puede negar el beso a un niño. Así, uno de los guardaespaldas de Francisco cogió a un niño en brazos para que Francisco pudiera bendecirlo.
Unas niñas le entregaron unas rosas blancas. El Papa advirtió al conductor del vehículo vaticano, que se detuvo para que pudiera acariciar el rostro de las menores. Acabada la Santa Misa, cuando el Santo Padre no acostumbra a sonreír, todo eran sonrisas ante la mirada de niños, mayores y trabajadores de la base.
En torno a 15 minutos tardó en llegar hasta el avión, que en esta ocasión no era de Alitalia, sino de TAP Portugal. Una vez más, iba escoltado por el presidente de la República y el obispo de Fátima, Antonio Marto. A las puertas del avión se despide de todos los obispos lusos, y se abraza con Marto. Intercambian unas palabras, pero aquí el viento se convierte en protagonista.
Francisco ha subido al avión mientras coreaban su nombre y le aplaudían. Se pone aquí punto y final al viaje del Papa a Fátima, que pasará a la historia como el 19º viaje apostólico y el 28º país que visita.
Está previsto que el avión aterrice a las 19:05 hora en Ciampino. Durante el vuelo, ofrecerá la habitual rueda de prensa y responderá a las preguntas de los periodistas que han acompañado el viaje. Contaremos todo lo que haya dado de sí desde que el Papa aterrice en Roma.