Durante el rezo del Regina Coeli, Francisco apunta que la canonización de Jacinta y Francisco es fruto de “la fidelidad y del ardor con que han respondido al privilegio recibido de poder ver a la Virgen María”
Al mediodía de este domingo, como es habitual, el papa Francisco ha rezado con los fieles reunidos en la plaza el Regina Coeli. Esta oración,para el pontífice tiene un significado “particular, cargado de memoria y de profecía, la que mira a la historia con los ojos de la fe”, después del viaje a Fátima.
El papa ha recordado que ha ido al santuario portugués “como peregrino de esperanza y de paz” para celebrar el centenario de un acontecimiento que es “como un río” que discurre hasta hoy.
Una experiencia especial que ha vivido Francisco es el “silencio orante” en la Capilla de las Apariciones, en un “ambiente de recogimiento y contemplación”; también la eucaristía, compartida con tantos enfermos “que son protagonistas en la vida litúrgica y pastoral de Fátima y del actual santuario mariano”.
Recordando a los tres pastorcillos que vivieron las apariciones, el papa los ha definido como “testigos fiables de las apariciones que han llegado a ser modelos de vida cristiana”. En concreto, refiriéndose a los nuevos santos Francisco y Jacinta Marto, sus vidas son “ejemplo de adhesión a Cristo y testimonio evangélico”. “Su santidad no es consecuencia de las apariciones, sino de la fidelidad y del ardor con que han respondido al privilegio recibido de poder ver a la Virgen María”, ha dicho el papa, quien ha subrayado su disposición al rezo del rosario, al sacrificio y al compromiso por ayudar a los más necesitados.
Hoy se necesita, ha concluido el papa, “de la oración y la penitencia para pedir la gracia de la conversión y también el fin de absurdos conflictos y de la violencia que desfigura el rostro de la humanidad”.
Precisamente el papa se ha referido a la difícil situación que se vive, “de forma especial en Oriente Medio”. “Tantas personas inocentes son probadas duramente, ya sean cristianas, musulmanas, o de minorías como los yazidíes, que sufren una violencia trágica y discriminaciones”, ha recordado el papa recordando a este grupo kurdo; a la vez que ha agradecido a quienes colaboran con su solidaridad a través del diálogo “para la reconciliación y construir un futuro de respeto, de seguridad y de paz”.
También ha bendecido Francisco a diferentes movimientos que sensibilizan a la sociedad sobre la cuestión de la maternidad. En Italia y otros países, este domingo es el día de la madre, por eso, ha pedido el papa, “recordamos con gratitud y afecto a todas las madres confiándolas a María, la madre de Jesús”.
Cumpliendo además con la tradición que ha marcado desde el inicio de su Pontificado, Jorge Mario Bergoglio acudió a la basílica de Santa María la Mayor, para rezar a los pies de la Virgen tras la peregrinación a Fátima.