Como una expresión de cercanía, solidaridad y apoyo con el pueblo venezolano y, especialmente, con los pastores de la Iglesia católica, la 36ª Asamblea General del Consejo Episcopado Latinoamericano (CELAM), reunida en San Salvador la semana pasada (del 9 al 12 de mayo), ha recogido el sentir de los obispos presidentes y delegados de las conferencias episcopales de todos los países de América Latina y el Caribe, con “una voz de esperanza en Cristo, camino, verdad y vida”.
El comunicado, dado a conocer a través de la web del CELAM al concluir la 36ª Asamblea, coincide con uno de los momentos más críticos de la historia reciente de Venezuela y de la Iglesia en este país, cuando el propio presidente Nicolás Maduro se ha pronunciado en contra de la Conferencia Episcopal Venezolana, que el pasado 5 de mayo ha rechazado su convocatoria a una Asamblea Constituyente.
“Nos duelen las muertes”
“Nos preocupa y nos duelen las muertes, la violencia, la carencia de lo más fundamental, la división, la violación de los derechos humanos, en fin, el sufrimiento que ha tocado al pueblo venezolano, hasta llegar a padecer una auténtica crisis humanitaria”, ha manifestado el CELAM, sin dejar de reconocer “los anhelos y los esfuerzos de un pueblo que quiere vivir en paz, recorriendo senderos de libertad, justicia y desarrollo integral”.
También en el mensaje conclusivo de la 36ª Asamblea, los obispos han expresado su dolor por “la angustiosa situación que viven nuestros hermanos venezolanos”, que se suman a su preocupación por las polarizaciones políticas crecientes, la escalada de violencia, el drama de los migrantes, el aumento de la pobreza y de la indigencia y la corrupción estructural que se acentúa en los pueblos latinoamericanos y caribeños.
Unidos al papa Francisco, quien “ha asegurado que lleva en su corazón los graves problemas que aquejan a Venezuela”, los pastores de América Latina hacen un llamado “para que se concreten urgentemente soluciones a la actual crisis, por las vías constitucionales y salvaguardando los valores democráticos”, evitando toda forma de violencia y uso desmesurado de la fuerza pública.
De igual forma, el CELAM ha convocado a las comunidades diocesanas del continente “a poner en marcha iniciativas de caridad con los hermanos venezolanos” incluyendo, claro está, la acogida a quienes están migrando hacia diversos países, proporcionándoles condiciones de vida digna.
Todos con Venezuela
El llamado del CELAM incluye a las organizaciones internacionales de ayuda humanitaria “para que dirijan su acción y recursos de manera prioritaria hacia Venezuela”.
Por último, el comunicado, firmado por la presidencia del CELAM, apela a la oración, y a la intercesión del beato mártir Óscar Arnulfo Romero, bajo la convicción de que “el pueblo católico latinoamericano y caribeño bien sabe que, en los momentos más difíciles de su historia, hay que recurrir a Dios con toda piedad para salir adelante”.
De hecho, desde inicios de este mes la propia Conferencia Episcopal Venezolana, viene organizando la Jornada de Oración por la Paz de Venezuela que se realizará el 21 de mayo, “por el cese de la violencia, la represión oficial y por la búsqueda de caminos para el entendimiento y la reconciliación que necesitamos”.