Mediante un comunicado, la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) se solidarizó con el cardenal Norberto Rivera Carrera, con los Obispos Auxiliares, el presbiterio, religiosos y laicos de la Arquidiócesis de México, por el “muy lamentable atentado” contra la vida del Pbro. José Miguel Machorro Alcalá, sacerdote diocesano en servicio pastoral en la Catedral Metropolitana, ocurrido el día de ayer al terminar de celebrar la Misa de las 18:00 horas.
En el documento, firmado por el cardenal José Francisco Robles Ortega, arzobispo de Guadalajara y Presidente de la CEM, y por Mons. Alfonso Miranda Guardiola, Obispo Auxiliar de Monterrey y Secretario General del organismo, se señala que “sin duda alguna, es un acontecimiento que nos cimbra, que nos hace reflexionar mucho, pero sobre todo, nos compromete a todos los bautizados a anunciar cada vez más y mejor, al Dios de la vida, del amor y de la paz”.
El comunicado añade que “ante tanta confusión y equívocos sobre los valores esenciales, como el respeto, el cuidado y la promoción de la vida humana, con todas sus preciosas implicaciones, no podemos más que comprometernos a trabajar en todo tipo de proyectos formativos, educativos y culturales, para ofrecer a todo ser humano una visión de la existencia integral, trascendente, humana y solidaria”.
La CEM consideró que “ningún proyecto religioso puede ir en contra de la vida humana, del respeto a toda persona, y por supuesto, de la paz”.
Concluye el comunicado elevando una “oración a Jesucristo Nuestro Señor, por la intercesión de María de Guadalupe, quien reconcilió pueblos a través de la ternura, la belleza y la misericordia, y pidiendo la pronta recuperación de la salud del Padre José Miguel, así como por nuestra Patria”.