El Episcopado argentino se agranda. Es que el papa Francisco nombró obispo auxiliar de la arquidiócesis de Mercedes-Luján (Buenos Aires) a Jorge Eduardo Scheinig, de 57 años, un sacerdote del clero de la diócesis de San Isidro.
Actualmente al frente de la parroquia San Gabriel de la Dolorosa, en la localidad bonaerense de Vicente López, Scheinig conversó con Vida Nueva. Fue una breve charla, pero cargada de palabras y gestos de emoción y de entrega a las manos de Dios.
En primer lugar, contó que eligió como lema episcopal una frase del Negro Manuel –el joven africano que descubrió la imagen de la Virgen en una carreta tirada por bueyes que se estancó en Luján–: “Soy de la Virgen, nomas”. Y en seguida, expresó: “Siento que el sentido de pertenencia a la Virgen y a Dios le da a uno la identidad más profunda que puede alcanzar como ser humano”.
Luego, manifestó su ilusión por conocer a la gente de Mercedes-Luján: “Son los primeros pasos que voy a dar como obispo y deseo que juntos podamos aprender a saber qué significa ser obispo”. Y aseguró profundamente emocionado: “Quisiera dar estos pasos de aprendizaje con ellos”.
Scheinig es un sacerdote con vasta experiencia en pastoral urbana, una realidad que estudió y que vivió. En esta etapa de sacerdote, el haber descubierto la urbe hoy me anima a seguir descubriendo mi nueva diócesis, me ayuda a encontrar el camino por donde va la vida de nuestro pueblo”.
Finalizando la charla con el recién nombrado obispo, pidió a Dios “tener la capacidad para saber acompañar, cuidasto, la Virgen de Luján y los pobres son la fuente de inspiración más profunda de la Iglesia Latinoamericana, y también son mi inspiración”, puntualizó.