Los obispos de la Comisión de Pastoral Social exigen un “compromiso transformador” en su mensaje con motivo de la celebración del Corpus Christi
Con motivo de la celebración de la festividad del Corpus Christi, Día de la Caridad, los obispos de la Comisión Episcopal de Pastoral Social de la Conferencia Episcopal han hecho público un mensaje en el que exigen un “compromiso transformador” que conlleve “el cambio de las reglas de juego del sistema económico-social”.
En el documento, que mira al 18 de junio, día del Corpus Christi, los prelados hacen un llamamiento al respeto de la dignidad humana desde la apuesta por el desarrollo integral y el cuidado de la casa común que propone la encíclica Laudato si’, para “tener un corazón abierto y universal para acoger a todos -especialmente a los excluidos, los descartados, los migrantes, los refugiados- y para integrarlos en nuestra comunidad haciéndolos partícipes de ella con todos sus derechos y con todas sus potencialidades”.
La Conferencia Episcopal hace suyo el lema escogido por Cáritas, “Llamados a ser comunidad”, para “poner el foco de atención en la dimensión comunitaria de nuestro ser, como eje fundamental de nuestro hacer al servicio del Reino de Dios y del proyecto de transformación social en el que estamos empeñados en el ejercicio de la caridad”.
La comisión, presidida por el obispo de Sigüenza-Guadalajara, Atilano Rodríguez Martínez, se expresa en la línea de la instrucción pastoral “Iglesia servidora de los pobres” y subraya la necesidad de responder en comunidad “al mandato de Jesús, que nos mandó dar de comer al hambriento (Mc 6,37) y podemos implicarnos en el desarrollo integral de los pobres, buscando los medios adecuados para solucionar las causas estructurales de la pobreza”.
Esta premisa se plantea como fundamental para “encontrar salidas a nuestra realidad social, más centrada en la búsqueda de intereses egoístas, en la agresividad ideológica y en la permanente descalificación del otro que en el descubrimiento de lo que nos une y nos enriquece a pesar de las legítimas diferencias”.