El papa ha continuado de forma puntual con los “Viernes de la Misericordia”, que inició con motivo del último Año jubilar. Así, este viernes 19 de mayo Francisco se ha presentado por sorpresa en la casa de doce familias de la localidad de Ostia, que esperaban la visita del párroco para bendecir sus casas con motivo del tiempo pascual, tradición muy arraigada en Italia.
Ostia es una población marítima de la provincia de Roma, a unos 30 kilómetros de la capital, muy conocida por ser el puerto de la capital italiana y por sus playas. El papa ha ido pidiendo perdón a todos los vecinos por las molestias creadas con su visita y ha repartido rosarios entre los vecinos en uno de los bloques de pisos situado en uno de los barrios más pobres de la población marítima.
De hecho el papa ha bromeado con que ha intentado respetar el horario de la siesta después de la comida, tiempo de silencio que está indicado en un cartel en el portal del edificio. Las casas se encuentran dentro de la parroquia Stella Maris, una de las seis de la localidad.