El papa Francisco ha recibido en una audiencia a los participantes del congreso “Alternativas constructivas en una fase de agitación global. Ocupación y dignidad del individuo en la era digital, incentivos a la solidaridad y a la virtud cívica”, organizado estos días en el vaticano por la Fundación CentesimusAnnus–Pro Pontifice. En su intervención el papa ha denunciado que “es urgente y crucial la creación de empleo en la actual revolución tecnológica, sin olvidar a jóvenes, adultos y familias”.
En la Sala Clementina del Palacio Apostólico, el papa aprovechó el encuentro para felicitar a la institución por sus “esfuerzos en encontrar modos alternativos de comprensión de la economía, del desarrollo y del comercio, para responder a los desafíos éticos planteados por la imposición de nuevos paradigmas y formas de poder, derivadas de la tecnología, la cultura del descarte y de estilos de vida que ignoran a los pobres y desprecian a los débiles”.
Siguiendo las claves de la Doctrina Social de la Iglesia, Francisco les ha propuesto la búsqueda del “desarrollo humano integral” como “enfoque de la actividad económica, basado en la persona, alentará la iniciativa y la creatividad, el espíritu empresarial y a las comunidades de trabajo y de empresa, de modo que se pueda favorecer la inclusión social y el crecimiento de una cultura de solidaridad eficaz”.
Justicia entre generaciones
En esta reflexión sobre la situación laboral del mundo, es una preocupación especial del papa Francisco el fenómeno de desempleo juvenil y de los adultos con dificultades. “Es un problema que ha asumido proporciones verdaderamente dramáticas tanto en los países desarrollados como en aquellos en vías de desarrollo y que pide ser afrontado por sentido de justicia entre las generaciones y de responsabilidad para el futuro”, ha denunciado.
En este sentido, el papa ha propuesto la implicación de las familias como perspectiva para afrontar el problema del paro: “los esfuerzos para afrontar el conjunto de las cuestiones enlazadas con el desarrollo de las nuevas tecnologías, con la transformación de los mercados y con las legítimas aspiraciones de los trabajadores, deben considerar no sólo a los individuos, sino también a las familias”.
La Fundación “CentesimusAnnus – Pro Pontifice”, instituida en 1993, busca profundizar en la doctrina pontificia en el campo social y sostiene algunas iniciativas caritativas del papa.
