Vaticano

Francisco en el Regina Coeli: “La envidia deja su huella en la Iglesia”

Junto al anuncio de cinco nuevos cardenales, el Papa ha advertido de algunas tentaciones que pueden hacer daño a la comunidad eclesial, como el orgullo o las divisiones





El papa Francisco ha anunciado cinco nuevos cardenales tras la oración del Regina Coeli a los fieles congregados en la plaza de San Pedro. Junto a esta sorpresa del Papa, en sintonía con el evangelio del día, ha reflexionado sobre el amor como actitud fundamental de los cristianos: “Si hay una actitud que nunca es fácil, y que nunca se debe dar por asegurada tampoco en una comunidad cristiana, es precisamente la de saber cómo amar, de quererse todos siguiendo el ejemplo del Señor y con su gracia. A veces, las diferencias, el orgullo, la envidia, las divisiones dejan su huella en el bello rostro de la Iglesia”, ha denunciado.

Este mensaje parecía ir al hilo de la misión que les ha encomendado a los nuevos purpurados. Para ellos el papa ha pedido que “sean auténticos servidores de la comunión eclesial” y desea que sean “anunciadores alegres del Evangelio en el mundo entero y, con su testimonio y su consejo, me sostengan más intensamente en mi servicio de obispo de Roma, pastor universal de la Iglesia”.

El papa ha concluido invitando a todos: “Cada día se debe aprender el arte de amar, cada día se debe seguir con paciencia la escuela de Cristo, con la ayuda de su Espíritu”.

Con República Centroafricana y China

El papa, tras la oración mariana, se ha referido a la situación de la República Centroafricana donde los “enfrentamientos armados han causado numerosos muertos y desplazados, y ponen en peligro el proceso de paz”. Francisco se ha mostrado cercano a los obispos y la población del país: “Rezo por los muertos y los heridos, y renuevo mi llamamiento: silenciemos las armas y que prevalezca la buena voluntad de diálogo para traer la paz y el desarrollo al país”.

También ha recordado a la patrona de China, María Auxiliadora, cuya festividad se celebra el próximo miércoles, 24 de mayo. “A los católicos chinos les digo: elevamos los ojos a María, nuestra Madre, para que nos ayude a discernir la voluntad de Dios sobre el camino concreto de la Iglesia en China y nos sostenga para acoger con generosidad su proyecto de amor […] No nos olvidemos de dar testimonio de la fe con la oración y con el amor, manteniéndonos abiertos al encuentro y el diálogo, siempre”, ha expresado el papa.

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