“El papa Francisco propone, no impone, no dirige… Su acento personal es mostrar a la Iglesia como maestra, pero muy unida a la idea de madre. Francisco propone más que enseña”. Bajo esta premisa, Manuel María Bru, actual delegado de Catequesis de la Archidiócesis de Madrid, ha presentado hoy miércoles 24 de mayo su nuevo libro, ‘Diez cosas que el Papa Francisco propone a los periodistas’ (Publicaciones Claretianas)
Bru ha aclarado que “no recoge recomendaciones piadosas ni son unos ejercicios espirituales, pero sí pueden ayudar a rezar desde una mirada esperanzadora. Tampoco es un recetario ético”.
“El papa Francisco no analiza fríamente el mundo de la comunicación, sino que escucha a los medios, a los periodistas y quienes utilizan los medios. En sus mensajes se ve cómo comprende perfectamente las dificultades de los periodistas”, ha desarrollado Bru. “Si tuviéramos que recoger todo el mensaje de Francisco a los periodistas en una idea sería esta: Humanizad la comunicación. Francisco hace una propuesta provocativa desde la libertad del comunicador. Le pide que sea libre ante los convencionalismos”.
“Francisco hace una reivindicación del sentido social de la comunicación”, resumió, por su parte, José María Gil Tamayo, secretario general y portavoz de la Conferencia Episcopal Española (CEE). Gil Tamayo, encargado de presentar el libro, ha asegurado que el magisterio del Papa actual se centra en “la referencia a la alteridad, al otro, al destinatario de la comunicación no como un espectador crítico, sino que el comunicador se plantee que no está al servicio de una empresa o una ideología o un libro de estilo, sino ante un público que son ante todo personas”.
“una comunicación auténtica debe ayudar a vivir en sociedad”
El secretario general del Episcopado español subraba cómo “Francisco reivindica una comunicación humana, sin discriminaciones, donde la opción por el pobre también ocupe una primacía en la selección de las noticias”. El también periodista y sacerdote reivindicó un periodismo ejercitado desde “el respeto exquisito a la dignidad de la persona, al bien y a la belleza independientemente de sus creencias, frente a la espectacularización, la mercantilización, el colonialismo cultural y los oligopolios mediáticos”.
El secretario general de la CEE ha alertado de que “el tiempo de los populismos es el tiempo de la gente defraudada, de la gente desencantada”. En este contexto, propuso “una comunicación auténtica debe ayudar a vivir en sociedad, a tomar decisiones ponderadas, que busque el interés común”.
Gil Tamayo ha recordado además que Francisco es un garante “del buen estilo. No olvidemos que Bergoglio fue profesor de literatura y conocedor del buen decir”.
“Gracias por rescatarme para estar con los compañeros periodistas”, bromeaba, a la vez que recomendaba el libro “sin contar la película entera, para animaros a que descubráis a un protagonista que el tiempo ira poniéndolo más en relieve con un profundo mensaje”. Gil Tamayo ha alabado el trabajo de Bru como “estudioso de la comunicación”, en tanto que su tesis doctoral abordó la comunicación en Juan Pablo II. “Las síntesis solo las hacen los maestros, los que saben”, aplaudió.
El reto de seguir al Papa
“Francisco es un comunicador nato y coherente, que comunica mucha esperanza y mucha confianza”, afirmó por su parte Rodrigo Pinedo, responsable de comunicación del Arzobispado de Madrid, que ha ejercido de anfitrión en la sala AlfayOmega de la Archidiócesis de Madrid. “El reto lo tenemos quienes tenemos que contarlo”, aseguraba.
“La colección a la que pertenece este libro es reflejo de lo que hacía el cardenal Bergoglio, como arzobispo de Buenos Aires, en su estrategia pastoral se dirigía a diferentes colectivos. He creído interesante hacer lo propio con su magisterio”, apostilló Fernando Prado, director de Publicaciones Claretianas.