“Riesgos, amenazas y falsos mitos de la inmigración”. Este era el título de la conferencia que nunca fue. El cardenal arzobispo de Valencia, Antonio Cañizares, prohibió ayer a su delegado de Migraciones, Olbier Antonio Hernández Carbonell, dar esta ponencia en unas jornadas organizadas por el partido de extrema derecha España 2000, como publica el diario Levante.
El sacerdote formaba parte del cartel del evento que tendrá lugar mañana en el denominado Hogar Social Patriota, donde solo se ofrece ayuda a quienes demuestran, DNI en mano, que son españoles. Al enterarse por los medios de la comunicación de este evento, el cardenal instó a su delegado a que la suspendiera, según informó ayer el arzobispado en un breve comunicado.
A preguntas de Levante, el sacerdote aseguró que sabía que iba a un acto de España 2000 y lamentó que el cardenal no le dejara participar, ya que, según él, tiene derecho a expresarse libremente.
El cardenal Charles Bo sobre las relaciones Iglesia-Myanmar
El 4 de mayo fue un día histórico para los católicos birmanos. Myanmar y la Santa Sede establecieron formalmente relaciones diplomáticas tras la reunión que el papa Francisco mantuvo con Aung San Suu Kyi, consejera de Estado de Birmania. Un hecho calificado por el cardenal Charles Bo, arzobispo de Yangon, como “una señal de esperanza para el delicado y difícil proceso de paz” en el país.
El nombrado cardenal en el consistorio de febrero de 2015, ofreció una entrevista a la televisión KTO, que recoge Églises d’Asie. En ella, se congratula porque después de 10 años de intentos, se haya conseguido establecer relaciones. Y es que “con la llegada de Aung San Suu Kyi al poder, las cosas se han acelerado”.
En palabras del purpurado, estas relaciones se traducirán en que “Myanmar prestará más atención a la Iglesia” en un país predominantemente budista, en el que los católicos representan el 1,6% de la población. Así, desveló que el Papa le dijo en su última visita a Roma que espera que la Iglesia esté comprometido con el proceso de paz.
Filipinas: la Iglesia ante la ley marcial
“Estoy a favor de la imposición de la ley marcial proporcionando un mecanismo que establezca que no se violan los derechos humanos”. Así se pronunció el arzobispo de Ozamiz, Martin Jumoad, sobre la medida tomada por el presidente de Filipinas, Rodrigo Duterte, tras el asalto de los terroristas afines al autodenominado Estado Islámico a la ciudad de Marawi.
Del mismo modo, el arzobispo indicó que es necesario colaborar con los militares: “Si la gente no cooperará con las fuerzas armadas, las cosas podrían ser más complicadas”, como recoge CBCPnews. Así es como el arzobispo dio su bendición a la declaración del estado de guerra.
Por su parte, el cardenal Orlando Quevedo, arzobispo de Cotabato, hizo un llamamiento “a los líderes religiosos del Islam para influir en los secuestradores y que liberen a los rehenes ilesos”.
