Este viernes prácticamente ha concluido la visita ad Limina Apostolorum de los obispos de Guatemala, en la que éstos han informado al papa Francisco sobre el estado que guarda la Iglesia católica en ese país, así como de la situación en general que vive esa nación centroamericana.
En entrevista para Radio Vaticano, monseñor Gonzalo de Villa y Vásquez, Presidente de la Conferencia Episcopal de Guatemala (CEG), explicó que fue el lunes por la mañana cuando todos los obispos del país se reunieron con el Santo Padre, en un encuentro que calificó de “cercano, fraterno y cordial”.
Detalló que la conversación comenzó con la lectura de algunos puntos importantes que los obispos guatemaltecos deseaban plantearle al Santo Padre. El Papa, por su parte, hizo algunas preguntas y observaciones, y así fue como comenzó el diálogo en el que se abordaron diversos temas: entre ellos el fenómeno de la migración.
El también Obispo de Sololá-Chimaltenango dijo que la Iglesia en Guatemala está luchando por ser y hacer lo que dice el Papa, en el sentido de salir a las periferias y ser una Iglesia de los pobres.
Reveló que la conversación con el Santo Padre fue muy fluida, fraterna, cercana y coloquial, por lo que los obispos guatemaltecos salieron contentos y alegres de haber estado con el Papa: “Obviamente, por ser latinoamericano –dijo– gozamos de una longitud de onda cultural que nos da una mayor cercanía”.
“Regresaremos a nuestra tierra renovados, después de haber encontrado al Santo Padre y de haber concelebrado con él en Santa Marta, de haber compartido el centro de nuestra fe que es la celebración de la Eucaristía con el Sucesor de Pedro. Eso fue muy especial”, añadió.
En el marco de esta visita ad Limina los obispos de Guatemala celebraron dos eucaristías privadas, una de ellas el lunes 22 junto a la tumba de San Pedro, en la Basílica de San Pedro, en la que incluso participaron los sacerdotes guatemaltecos que estudian en Roma, y otra el miércoles 24, en la Basílica de San Pablo.
La mayor parte del tiempo –dijo– se nos ha ido en visitar los diferentes dicasterios de la Curia romana para dialogar sobre los diferentes temas que a cada congregación competen: “son reuniones muy útiles en las que realmente recibimos y compartimos información importante que enriquece a la Iglesia”, concluyó.