Los obispos belgas están con Francisco. La Conferencia Episcopal ha publicado una carta pastoral en la que, siguiendo las enseñanzas del Papa a través de ‘Amoris laetitia’, abre la puerta a que puedan comulgar todos aquellos divorciados vueltos a casar que lo decidan en conciencia.
Acompañamiento, discernimiento e integración. Sin más. Los prelados siguen a Francisco sin fisuras, porque son conscientes de que todas las situaciones tienen sus peculiaridades. “No se puede decretar que todos los divorciados vueltos a casar pueden recibir la comunión. Tampoco que ninguno pueda hacerlo. El camino de cada persona requiere el discernimiento necesario para tomar una decisión pastoral en conciencia”, indica la carta recogida por Cathobel.
Los divorciados son parte de la Iglesia para Francisco. También para los obispos belgas. Sin reinterpretación alguna, los prelados se han lanzado a curar heridas. “Esa decisión también merece respeto. Entre el laxismo y el rigorismo, Francisco eligió el camino del discernimiento personal y de una decisión tomada con cuidado y en conciencia”, dice la pastoral. Ahora solo hace falta que más episcopados les sigan.
“No podemos permanecer inertes frente a los problemas de las familias y los jóvenes”. Es su primer encuentro con los medios de comunicación. Y lo ha superado con nota. El cardenal Gualtiero Bassetti, presidente electo de la Conferencia Episcopal Italiana ha demostrado por qué los prelados de su país se han fijado en su liderazgo.
Sobre ‘Amoris laetitia’, el purpurado destacó que es “una obra maestra”: “No debemos homologar que toda situación irregular sea pecado mortal. El Papa no habla de admisión o no admisión a los sacramentos, pide discernimiento, iniciar un camino también penitencial y después ver cómo van las cosas”. Y recalcó, como recoge Vatican Insider: “El texto es magisterio como el de Pío XII o el de Pablo VI”.
En una cerrada defensa del pontificado de Bergoglio, indicó que “el Papa tiene en el corazón la conversión pastoral de la Iglesia. No se trata de cambiar algo concreto, sino de cambiar de mentalidad, de corazón y de manos en un momento de agudeza para ir a las periferias y abrazar a todos”.
‘Francisco, un hombre de palabra’. Este es el título de la película del Papa. Y no es una película documental sobre su vida o su pontificado. No. Se trata de una película protagonizada por el propio pontífice. Wim Wenders, el director de la cinta, explica en una entrevista a La Stampa que el filme abordará “temas sensibles, como la ecología, la inmigración, el consumismo o la justicia social” en lo que será un diálogo con el espectador.
“Francisco habla por sí mismo y no hay necesidad de un documental sobre él. Por lo tanto, después de mucha deliberación y muchas reuniones con mi amigo Darío Viganò, se optó por otra vía”, relata el director.
La película estará lista el próximo año y será coproducida por el Vaticano. ¿Y cómo se ha decidido Francisco a rodarla? “Pues porque considera que es una catequesis para la humanidad”, responde Wenders.