El estreno de la semana: ‘Piratas del Caribe: La venganza de Salazar’
Casi 14 años después de que La maldición de la Perla Negra escenificará el primer cara a cara en algún lugar del Caribe entre los capitanes Barbossa (Geoffrey Rush) y Jack Sparrow (Johnny Deep), llega la quinta entrega de una saga concebida para el puro entretenimiento.
Junto a ellos, surcarían los mares otros nombres ilustres como Keira Knightley y Orlando Bloom –ahora recuperados– o nuestra Penélope Cruz. El cofre del hombre muerto (2006), En el fin del mundo (2007) y En mareas misteriosas (2011) añadieron batallas, misterios, secuestros y condenas a esta sucesión de aventuras. Incluida la incorporación del último malvado: Javier Bardem en la piel de un nuevo villano.
El gran público –léase, la taquilla– decidirá si el espectáculo debe continuar o si se confirman los síntomas de agotamiento que ya venía mostrando esta fórmula.
Todavía en cartelera: ‘Locas de alegría’
Un grupo de mujeres zarandeadas por la vida conviven en una finca nobiliaria de la Toscana, donde son atendidas por médicos, enfermeras, religiosas y trabajadores sociales. Dos de ellas, con raíces y trayectorias bien distintas, entablan amistad y huyen de esta institución psiquiátrica.
Con la chispa irremplazable de Valeria Bruni Tedeschi, el italiano Paolo Virzì nos propone acompañar a estas Locas de alegría en una disparatada aventura lejos de las normas y controles del opresivo universo del manicomio. Un viaje que nos habla de miedo, desesperación, soledad, pérdida…, fantasmas cotidianos y volcanes en erupción.
Positiva y esperanzada, la Espiga de Oro de la última Seminci vallisoletana es una espléndida muestra del cine luminoso y vitalista que se eleva sobre las pesadas cargas de sus personajes.
Ya en DVD: ‘Hotel Europa’
El bosnio Danis Tanovic, que reunió a dos soldados de bandos distintos En tierra de nadie (2001) durante la Guerra de los Balcanes, nos cita en el Hotel Europa de Sarajevo. Allí, en la capital de su país, una delegación de diplomáticos europeos se dispone a conmemorar el centenario del atentado que prendió la mecha de la I Guerra Mundial.
Pero el establecimiento acoge también a otros personajes: sus propios empleados en huelga, una periodista televisiva grabando un programa; otro individuo ensayando un discurso… Altavoces todos ellos de un continente que no acaba de asumir su pasado ni de encontrar su futuro.
El diagnóstico es tan lúcido como descorazonador, aunque en sus metáforas cuesta descubrir al director de aquella comedia negra que mereció el Óscar a la mejor película de habla no inglesa en los albores de este siglo.
