El papa Francisco llega, hoy sábado 27 de mayo, a Génova, la importante ciudad portuaria del norte de Italia, marcada en este tiempo por la problemática social que han generado las últimas crisis laborales y el fuerte descenso de la natalidad. Esta visita servirá para que el Pontífice “confirme en la fe a los genoveses, una fe robusta, generosa y llena de alegría”, según ha declarado del cardenal Angelo Bagnasco en la presentación del que será el tercer viaje del papa Francisco a una diócesis italiana en este año –y el 15º de su pontificado–.
El Papa se trasladará directamente del aeropuerto a la fábrica siderúrgica del grupo ILVA en la zona de Cornigliano, principal empresa italiana del sector. Precisamente, el complejo ha sufrido las continuas reducciones propias de este tipo de industria, en parte por las cuestiones ambientales de la contaminación y, por otra, por la falta de productividad, que ha disparado en las últimas décadas los datos de desempleo.
En estas instalaciones, a las 8:30 h. Francisco mantendrá un encuentro con 3.500 trabajadores de esta fábrica y de otras industrias locales, algo que ha hecho en otras ciudades industriales, como el caso de Turín en su visita en junio de 2015. Está previsto que dialogue con los obreros, que le formularán cuatro preguntas.
Gestos de misericordia
Posteriormente, a las 10:00 h. de la mañana, en la catedral de San Lorenzo de Génova, Francisco saludará a los obispos, el clero, los seminaristas y religiosos –hasta un total de 1.900 participantes– de la región de la Liguria, de la que Génova es la capital. También asistirán a esta reunión representantes de otras confesiones religiosas.
Aquí, el Papa recibirá el saludo del cardenal Angelo Bagnasco, arzobispo de la diócesis que ha sido durante los últimos diez años el presidente de la Conferencia Episcopal Italiana y que acaba de ser nombrado el nuevo presidente de los obispos europeos (COMECE). Nuevamente, el encuentro tendrá el formato de diálogo, por lo que responderá a cuatro preguntas realizadas por los distintos colectivos.
Concluido este encuentro, alrededor del mediodía, el papa Francisco saludará a 2.700 jóvenes que han participado en la misión diocesana de Génova, en el Santuario de Nuestra Señora de la Guardia. Este encuentro será seguido a través de una conexión televisiva con los presos de la cárcel de Génova, a los que el papa enviará un breve saludo, tras responder a las preguntas de los jóvenes.
En el mismo templo, el Pontífice compartirá la comida con un grupo de 135 pobres, refugiados, sin techo y reclusos. El menú incluye la pasta más típica de la Liguria, trofie al pesto, seguido de otro plato típico local la “cima” de ternera –una especie de bolsa de carne hervida con verdura– con patatas, y tarta de postre.
Una multitudinaria misa en el puerto
Ya por la tarde, el Papa visitará el hospital pediátrico ‘Giannina Gaslini’, donde saludará a los niños hospitalizados en este importante centro de salud.
El momento más mayoritario será la eucaristía que Francisco presidirá al aire libre, a las 17:00 h., en la Plaza Kennedy, cerca del importante puerto marítimo. Unos 60.000 fieles de toda la región participarán en esta misa; los obispos de la provincia eclesiástica han movilizado especialmente a los grupos parroquiales, a los niños que han recibido la primera comunión, a los jóvenes que se han confirmado este año, a los nuevos esposos… En esta celebración, el Francisco volverá a escuchar el agradecimiento del cardenal Bagnasco.
Acabada la liturgia, Bergoglio se despedirá del arzobispo de Génova y demás autoridades en el aeropuerto Cristóbal Colón de la ciudad. Antes de despegar a las 18:45 h., está previsto que bendiga una imagen de la Virgen de Loreto, patrona de la aviación. Tres cuartos de hora después, el avión aterrizará en Roma.
