Las desavenencias entre Lumen Dei y los ex miembros de la asociación cuenta con un nuevo capítulo. El arzobispo de Oviedo, Jesús Sanz, acudió ayer, 29 de mayo, al Juzgado de Primera Instancia nº 77 de Madrid para una vista de medidas cautelares. Tras la vista, que se prolongó durante tres horas, la Fiscalía rechazó retirar el control al arzobispo de Lumen Dei, organización fundada por el jesuita asturiano Rodrigo Molina en la década de los 60 y que hoy cuenta con una veintena de miembros. Además, el fiscal indicó que la situación económica de la entidad religiosa, uno de las principales controversias, está a mejor recaudo en manos de Sanz.
La denuncia, de 268 monjas, la basan en una vulneración del derecho de asociación al considerar que el arzobispo de Oviedo “maniobró” para proclamarse líder de la Pía Unión Lumen Dei, una de las tres ramas que, según ellas, forman el conglomerado Lumen Dei, junto a la Unión Lumen Dei y la Unión Sacerdotal Lumen Dei. Y aseguran que lo hizo con el beneplácito del obispo de Cuenca, José María Yanguas, que también declaró ayer. Según la abogada de las demandantes, existen tres asociaciones que comparten nombre pero con naturaleza jurídica propia.
Sanz volvió a defender en el juzgado la existencia de “una única Lumen Dei”, como “así lo dice la Iglesia y la Santa Sede”. Las denuncias contra el prelado no paran de sucederse, aunque todavía ninguna ha prosperado. ¿Será esta la última?
A comienzos de 2008, la asociación Lumen Dei fue intervenida por la Santa Sede tras tres años de turbulencias. El Vaticano detectó desacordes en temas sustanciales, pero como las llamadas de atención no fueron acogidas, se acudió a una figura extraordinaria: el comisario pontificio. El cardenal arzobispo emérito de Pamplona y Tudela, Fernando Sebastián, fue la persona nombrada.
En mayo de 2009, el Vaticano nombró a Jesús Sanz Montes, entonces obispo de Huesca y de Jaca, como visitador para intentar reconducir la situación. Y es que los religiosos no aceptaron al comisario pontificio.
En 2014, varios miembros se dan de baja voluntariamente de la organización. Sin embargo, continuaron vistiendo sus hábitos y ocupando las viviendas y utilizando los demás bienes de la asociación.
Tras varios años de litigios, el 24 de mayo, la Congregación para los Institutos de Vida Consagrada ordena, mediante una carta, la inmediata disolución de los grupos de ex miembros y les obliga a devolver los bienes a la organización.
Ex miembros de Lumen Dei interponen a principios de octubre de 2016 una demanda en la que se cuestiona la legalidad del cargo de Jesús Sanz y en el que le acusan de haber causado “daños económicos” por valor de 12 millones de euros. Los ex miembros dicen que Lumen Dei y Unión Lumen Dei no es la misma entidad, pero así lo indican sus constituciones vigentes. La asociación privada de fieles Unión Lumen Dei sucede a Pía Unión Lumen Dei como consecuencia del cambio de Código de Derecho Canónico de 1917 por el de 1983, permaneciendo la misma entidad; así lo recoge el artículo 1 de las constituciones.
Por ello, Jesús Sanz ya recalcó en una entrevista a Vida Nueva que los ex miembros “están usurpando indebidamente el nombre de Lumen Dei y por eso se está generando esta confusión, pero Lumen Dei no ha demandado a nadie”. En la misma conversación, el prelado indicó que el Papa le apoya ante el “acoso”. Y es que “lo que ni eclesial y canónicamente, y lo que ni civil y penalmente logran obtener, pretenden jalearlo mediáticamente para infamar con una insidia calumniosa tanto a mi persona como a la Asociación”.
El 19 de mayo, el arzobispo recibió una carta de la Congregación Vaticana para los Institutos de Vida Consagrada respaldándolo como superior legítimo de un único Lumen Dei. “Desecha, pues, la tesis de la vigencia de una supuesta Pía Unión Lumen Dei de Valencia (que las ex-miembros de Lumen Dei se han inventado para acceder a los tribunales), tal como se deduce de ‘documentos auténticos’, entre los que destaca las Constituciones dadas a Lumen Dei por nuestro fundador, el P. Rodrigo Molina”, según recoge un comunicado hecho público por la asociación.
La pasada semana, Lumen Dei anunció que han iniciado actuaciones contra “los que consideramos responsables penales (presuntos) de las acusaciones injustas que se están vertiendo contra Mons. Sanz y Mons. Yanguas, reservándonos, además, cuantas acciones -civiles o penales- sean necesarias para la restitución del honor y la buena fama de personas honestas y honorables”, explicaron.
El siguiente capítulo, cuando el juez se pronuncie sobre las medidas cautelares.