Es uno de los aliados del Papa en Roma. El cardenal Christoph Schönborn (72 años) sostiene que Francisco forma un buen tándem con sus predecesores Juan Pablo II y Benedicto XVI. Ellos trabajaron para “asegurar los fundamentos de la doctrina católica”, mientras que Francisco aporta un gran sentido de humanidad, porque “sabe dónde está la gente de a pie, cómo son sus vidas y dónde puede encontrarlos”.
Schönborn reconoce en una entrevista a Crux que “los cardenales que eligieron a Francisco no sabían muy bien lo que estaban haciendo. Sin embargo, ha resultado ser exactamente lo que se esperaba”. El cardenal insiste en que las categorías derechas izquierdas deben ser olvidadas para entender la Iglesia. “Santo Tomás de Aquino no era conservador o progresista, era simplemente brillante y católico”, señala.
En relación a ‘Amoris laetitia’ sostiene que aunque muchos críticos consideran que la apertura a la comunión de los divorciados vueltos a casar supone una actitud más permisiva en relación a la ruptura del matrimonio, “en algunas áreas de la Iglesia, el discernimiento daría lugar a una actitud más estricta”.
Arturo Sosa, ¿el único jefe del Papa?
Lo presentan como el único jefe del Papa. Y es que Arturo Sosa (Caracas, 1948) es el superior general de los Jesuitas. La revista Papel, de El Mundo, se cita con el Papa negro en Roma para hablar de la revolución de Francisco, la mujer en la Iglesia o los homosexuales.
Al ser preguntado sobre el matrimonio entre personas del mismo sexto, se explaya: “Una cosa es el pensamiento público y oficial y otro lo que sucede en las comunidades. Una cosa es la homosexualidad y otra es mi compañero homosexual, aquel que forma parte de mi familia, de mi entorno. En la vida religiosa hay homosexuales y no son perseguidos, forman parte de la comunidad”. Y continúa: “El sacramento es otro tema, una cosa es reconocer el estatuto civil para que no haya discriminación y otra el aspecto teológico”.
“Los de izquierdas han dicho que el Papa es de izquierdas y los de derechas que es de derechas”, explica. Y recalca: “Él no se deja llevar por un viento u otro”. Sobre el papel de la mujer en la Iglesia lo tiene bastante claro: “Llegará un momento en el que se reconocerá más. La Iglesia del futuro tiene que tener una jerarquía distinta”.
Polonia no quiere acoger refugiados
Polonia abraza la xenofobia. Es el gran bastión católico de Europa. En la cuna de Karol Wojtyla más del 85% de la población se declara católica. Sin embargo, no quieren ni oí hablar de acogida. 7 de cada 10 polacos no quiere que su país acoja a refugiados de países musulmanes, según la encuesta del CIS polaco.
Así, solo un 25% se muestra a favor de acoger y cumplir con el reparto acordado por la Unión Europea. La Iglesia católica polaca ha pedido en numerosas ocasiones al Gobierno que abra las puertas del país a la llegada de refugiados procedentes de Oriente Medio y África, pero el mensaje no cala en la población mayoritariamente católica.
Como recoge la revista polaca WPolityce, el obispo Tadeusz Pieronek ha recalcado que “tenemos la obligación moral como cristianos polacos de ser hospitalarios con los que están huyendo de la muerte, de la miseria, de toda la persecución”.
Mientras, y según datos de Unicef, un niño muere cada día ahogado en el Mediterráneo. No obstante, estos datos parecen no remover conciencias en tierras polacas.