Salir y dar testimonio en medio de la gente, sacudirse el clericalismo y la parálisis ante la indiferencia ambiental y vencer la tentación de recluirse, apostando, por contra, por la autenticidad. Esos son algunos de los desafíos que los obispos lanzan a los laicos en su mensaje para este domingo, 4 de junio, con motivo de la solemnidad de Pentecostés y del día de la Acción Católica y del Apostolado Seglar.
Comienzan los prelados valorando el papel que hoy desempeñan los laicos en la acción pastoral, pero también en medio de “una sociedad cada vez más secularizada”. Su papel “para una Iglesia en salida”, que es la que está demandando el papa Francisco, pasa por “encarnarse en la sociedad de hoy”, razón por la cual animan a los seglares “a recuperar la fe en el ámbito de lo público”.
“En un contexto que tiende a relegar la fe a la pequeña esfera de lo privado, necesitamos cristianos que hagan visible la acción del Espíritu en el día a día de la vida familiar, laboral, cultural y social. Tanto en los pequeños gestos o vicisitudes de nuestra vida ordinaria, como en las estructuras o entramados sociales que repercuten decisivamente en la vida pública”, señalan en el mensaje, que lleva por título “Salir, caminar y sembrar siempre de nuevo”.
“Salgamos de nosotros mismos”
Pero precisamente cuando los tiempos no son los más propicios, los obispos, subrayando que “nuestra fe es expansiva”, animan a los seglares a que “salgamos de nosotros mismos”. “No es tiempo de recluirse, ni personal ni comunitariamente. Abramos nuestros ojos a la realidad que nos rodea. Reconozcamos nuestros vacíos, nuestras heridas y las de todas las personas de nuestro entorno social. Vayamos al encuentro de toda realidad sufriente para transmitir la misericordia de Dios”, exhortan.
Espoleados por la conversión pastoral a que anima el Papa en su Evangelium gaudium, alientan los obispos también a “no dejarse ganar por la indiferencia” y apostar “por una Iglesia que, a modo de ‘hospital de campaña’, trata de curar con los medios que tiene allá donde está el enfermo”.
No se trata de realizar “acciones puntuales” ni de encomendárselas a “especialistas”, sino que la “encomienda” es de todos, razón por la cual se invita a los laicos, que “estáis de continuo en contacto con toda esta realidad”, a “vivir con alegría esta tarea de transmitir el rostro misericordioso de Dios allá donde están nuestros contemporáneos”.
Apostar por la autenticidad
El mensaje que firman los obispos responsables del Apostolado Seglar, y que preside el auxiliar de Valencia, Javier Salinas, invita igualmente a los fieles “a caminar”, pues “la fe no es estática y genera un dinamismo vital que nos impide quedarnos quietos”.
Lo que sí consideran necesario es que los laicos “ahonden en la esencia de la vocación” que han recibido del bautismo para acercarse “más a Dios y a nuestros hermanos”. “Asumir el papel del laicado en la misión de la Iglesia, la superación del clericalismo, pasa por entender que Dios tiene un plan para cada uno de nosotros”, afirman, por lo que recuerdan que hoy es “es tiempo de sembrar la Palabra de Dios en el corazón de todos los hombres”.
Esta tarea implica, según afirman, “ser promotores de diálogo en la sociedad y ser constructores de la civilización del Amor, tratando de transmitir valores y actitudes que contribuyan a la edificación de un mundo más justo y fraterno”.
Pero, para ello, no se trata solamente de hacer cosas nuevas, “sino de hacer nuevas las cosas que hacemos”, lo que pasa “por apostar por la autenticidad”.