El obispo de Jericó, Antioquia, monseñor Noel Antonio Londoño, le ha dicho No a un proyecto minero que amenaza cambiar la vocación agrícola de la región y contaminar sus fuentes de agua.
Cuando las autoridades nacionales esperaban una activación de la economía regional después de concederle cinco títulos mineros a la compañía surafricana AngloGold Ashanti sobre 12.699 hectáreas ubicadas en la jurisdicción de la Diócesis de Jericó, el obispo ha dicho: “la minería siempre ha existido pero no así, a cielo abierto, en una tierra que presenta altos riesgos geológicos, con grandes vertientes de agua subterránea. Esto sería jugar demasiado pesado con la naturaleza”.
De ese juego tomaron nota los benedictinos que proyectaban abrir un monasterio justamente en terrenos afectados por la minera surafricana. Ante la llegada de las máquinas, ante la certeza de que las fuentes de agua serían contaminadas, renunciaron a su proyecto; este fue uno de los hechos que abrieron los ojos de la población que hasta ese momento solo veía la creación de 200 puestos de trabajo, con salarios superiores a los de los jornaleros del lugar. Según el exministro de minas J. Eduardo Cock no es lo mismo hacer minería en desiertos que en una zona de bosques y con vocación agrícola. Por eso la contundente declaración del obispo de Jericó: “Minería sí, pero no así, ni aquí”.