Gran Bretaña se está convirtiendo en un país dividido. Ese es el análisis que hace el obispo auxiliar de Birmingham, William Kenney (71 años). “Creo que los resultados, una vez más, muestran a un país que está gravemente dividido, ya sea por nuestra futura relación con la Unión Europea o por otros motivos”, reconoce en declaraciones a The Tablet. Y añade: “Por ello el parlamento se ha quedado sin mayoría”.
El ex presidente de Cáritas Europa relata que en su visita a parroquias es testigo de que “muchas personas están luchando por salir adelante y tienen la sensación de que a nadie le importa”. No obstante, “la Iglesia se preocupa por ellos y hace lo que puede, pero muchos están muy decepcionados con la clase política”.
Por estas razones, el prelado alerta sobre la “peligrosa situación que vive nuestra sociedad, donde la gente ya no confía en los dirigentes”. Así considera que los resultados electorales del pasado 8 de junio subrayan la necesidad de una política renovada, basada en los principios de la doctrina social católica y la dignidad de la persona.
La Diócesis de Ahiara (Nigeria) vive un choque étnico. Y es que un grupo de eclesiásticos se niegan a reconocer al obispo dedignado desde 2012 por Benedicto XVI, pues Peter Okpaleke pertenece a una etnia minoritaria. El Papa ha sido claro: todos los sacerdotes incardinados en la diócesis tendrán que enviar una carta a Roma antes del 9 de julio pidiendo perdón y reconociendo obediencia o serán suspendidos ‘a divinis’.
Francisco recibió en audiencia a una delegación nigeriana encabezada por el cardenal John O. Onaiyekan, nombrado administrador apostólico en la sede por el Papa en 2013 para intentar reconducir la situación. “Es profundamente triste lo que está pasando. Incluso he pensado en excluir a la diócesis”, les dijo el Pontífice, según explica Avvenire.
El Papa les leyó la cartilla y les advirtió de que “quienes se oponen a la toma de posesión quieren destruir la Iglesia”. Y añadió: “No se dan cuenta, pero la Iglesia y el pueblo de Dios sufre por esta situación y el Papa no puede ser indiferente a esto”.
Argentina ya aplica ‘Amoris laetitia’. La exhortación postsinodal ha llegado a la Diócesis de Reconquista y ya ha dados sus primeros frutos. Las primeras 30 personas que han sido acompañadas en un camino de discernimiento a nivel diocesano pudieron comulgar el pasado 11 de junio.
“Bienvenidos de nuevo a casa”. Con estas palabras les acogía su obispo, Ángel José Macín, nombrado por Francisco en 2013. Aunque durante su homilía recordó que “la Iglesia siempre ha sido vuestra casa”, como relata Radio Amanecer.
Discernimiento, acompañamiento e integración sobre el terreno. Y siete meses después, la parroquia de San Roque fue testigo de la vuelta a la Iglesia de 30 personas que se encontraban en situaciones especiales y que han seguido durante este tiempo un itinerario espiritual y de catecumenado.