Los obispos de Estados Unidos, preparados ante una eventual reforma migratoria

  • El Grupo de Trabajo sobre Inmigración presenta a la Asamblea Plenaria un informe de las acciones que han venido realizando ante el endurecimiento de las políticas migratorias
  • Los obispos quieren ir más allá de la reacción a las “propuestas negativas” de Trump para lanzar un proyecto migratorio integral proactivo

Los obispos de Estados Unidos, preparados ante una eventual reforma migratoria

La inmigración fue tema de los obispos estadounidenses en el primer día de su Asamblea Plenaria, que inició este miércoles 14 de junio en la ciudad de Indianápolis, en el estado de Indiana.

Los obispos norteamericanos escucharon de voz del Arzobispo de Los Ángeles, monseñor José Horacio Gómez –en su calidad de presidente del Grupo de Trabajo de la Conferencia Episcopal de los Estados Unidos sobre Inmigración­– y del presidente del Comité de Migración y obispo de Austin, Texas, monseñor Joe S. Vásquez, un informe oral sobre las acciones espirituales, pastorales y políticas que han emprendido a favor de inmigrantes y refugiados en ese país.

Estas acciones –explicaron– buscan responder principalmente a las órdenes ejecutivas del presidente Donald Trump sobre la Ley en el Interior y la Frontera, que básicamente enfoca las prioridades de deportación en trabajadores inmigrantes y amplía el número de agentes de Inmigración y Control de Aduanas y de la Patrulla Fronteriza, así como a las presiones que están sufriendo las llamadas “Ciudades Santuario”, que han manifestado su rechazo a las autoridades federales para colaborar en la deportación de inmigrantes.

Los prelados explicaron de manera particular los alcances del proyecto de la ley bipartidista llamado Bridge Act (Ley Puente), que proporcionaría a los jóvenes alivio temporal de la deportación, previamente protegidos a través del Programa de Acción Diferida para los Llegados en la Infancia. Cabe recordar que unos 750 mil ‘dreamers’ se encuentran amparados bajo este programa, el cual les otorga protección provisional para no ser deportados y les concede permisos de trabajo.

Trabajo concluido

El Grupo de Trabajo sobre Inmigración­ fue establecido en el marco de la Asamblea General de los obispos norteamericanos celebrada en noviembre del año pasado. Si bien con este informe concluye formalmente su labor, los diferentes comités de la Conferencia Episcopal continuarán colaborando bajo la dirección del Comité sobre Migración, que preside el Obispo de Austin, Texas.

Durante la presentación del informe, fue precisamente Joe S. Vásquez quien explicó la importancia de que el Episcopado norteamericano cuente con una visión integral de cara a una eventual reforma migratoria del presidente Trump, “de tal manera que tengamos muy claro el significado de justicia y piedad con respecto a los migrantes y refugiados en nuestro país hoy en día”.

Según el boletín de prensa publicado por la Conferencia Episcopal de Estados Unidos, Vásquez dejó en claro que el propósito de los obispos norteamericanos es ir más allá de la simple reacción a las diversas propuestas negativas que se han visto en los últimos meses, y definir los temas prioritarios para avanzar de forma proactiva.

Derecho a migrar

El obispo Vásquez también destacó la importancia de buscar iniciativas basadas en los principios de la Carta Pastoral 2003, titulada “Juntos en el Camino de la Esperanza. Ya no somos extranjeros”, la cual establece, entre otras cosas, que todas las personas tienen derecho a emigrar para mantenerse a sí mismos y a sus familias, que los refugiados deben ser objeto de protección, y que se debe respetar la dignidad y los derechos humanos de los indocumentados.

El Grupo de Trabajo sobre Inmigración­ también informó que ha facilitado a las diócesis recursos formativos y educativos, oraciones, guías de acciones de emergencia y asesoría en el acompañamiento pastoral, al tiempo que ha promovido la comunicación frecuente entre las mismas para discutir las preocupaciones y prioridades.

Además se ha trabajado de forma directa con organizaciones como Catholic Relief Services, Red Católica de Inmigración Legal, el Centro de Estudios Migratorios, y las Cáritas Católicas en ese país.

Otros de los miembros del Grupo de Trabajo son el obispo Frank J. Dewane, de Venecia, Florida, presidente de la Comisión de Desarrollo Social; el obispo auxiliar Nelson J. Pérez de Rockville Centre, Nueva York, presidente de la Subcomisión de Asuntos Hispanos; el obispo Joseph J. Tyson de Yakima, Washington, presidente del Subcomité para la Pastoral de los Emigrantes, y el obispo Oscar Cantú de Las Cruces, Nuevo México, presidente de la Comisión de Justicia y Paz Internacional.

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